En una escueta nota, la Oficina de Información del Vaticano aseguró que "ha reiterado en varias ocasiones su respeto a la legalidad y a las decisiones de las autoridades gubernativas y judiciales competentes, ha instado al diálogo entre la familia y el Gobierno y no se ha pronunciado nunca sobre la oportunidad de la exhumación ni sobre el lugar de la sepultura, porque no es de su competencia".

Con estas líneas, la Santa Sede matizó las declaraciones del presidente en una entrevista publicada 8 de julio en el periódico italiano 'Corriere della Sera'.

En dicha entrevista, se le preguntaba a Pedro Sánchez si realmente era necesaria la exhumación y se recalcaba que sería recordado "como el presidente que exhumó el cuerpo de Franco del Valle de los Caídos".

Sánchez defendió que "sí era necesario". "Un dictador no merece un mausoleo; y sus víctimas no pueden descansar a su lado. Actué de manera legal, aplicando la ley de la memoria histórica de Zapatero y con un amplio consenso popular", indicó.

A continuación, la entrevista se adentró en las relaciones con la Iglesia y, en particular, con el Papa "después de tantas tensiones".

"Las relaciones son pacíficas. Francisco es un papa carismático, espero poder conocerlo. Te diré una cosa: en el asunto del cuerpo de Franco me ayudó. En el Valle de los Caídos había una comunidad de benedictinos que estaba muy en contra de la exhumación. Pedí la intervención del Vaticano. Y todo salió bien", aseguró Sánchez.

No es la primera vez que el Vaticano desdice en un comunicado al equipo de Pedro Sánchez sobre ese asunto, pues el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, también hizo lo propio respecto a otras declaraciones que pronunció en la misma línea en octubre de 2018 la vicepresidenta Carmen Calvo, tras reunirse en el Vaticano con él.