"Cuando nos estamos endeudando juntos para invertir juntos es lógico que tengamos que acordar cuáles van a ser las líneas principales de acción para el futuro. Y eso incluye tanto las inversiones como también las reformas que van a hacer los distintos países”, reconoció en declaraciones a RNE recogidas por Servimedia.

La ministra precisó, no obstante, que la agenda política desplegada por el Gobierno en los últimos dos años “ha estado muy orientada a esas reformas de futuro”, sobre las que considera que existe “un gran acuerdo de la sociedad española para avanzar hacia una economía más verde, hacia una economía más inclusiva, para la digitalización de nuestro país…”.

“Son transformaciones estructurales que pueden mejorar el crecimiento en el futuro y mejorar también la situación de nuestro país y la solidez desde un punto de vista social”, defendió, instando a no mirar dicha condicionalidad “como un elemento negativo, sino como una gran oportunidad para un proceso de transformación de nuestro país que yo creo ya teníamos que haber abordado hace años”.

Según detalló, los fondos están “muy relacionados” con las reformas que ya venían recomendando desde Europa hace tiempo y se encuentran “muy alineadas con la agenda de nuestro Gobierno” y que aluden a “mejorar el funcionamiento del mercado laboral, pero también mejorar el funcionamiento de la administración, mejorar el funcionamiento de los mercados” o “mejorar la política de redistribución”, entre otras actuaciones.

En este punto refirió que la Comisión viene pidiendo desde hace años que hay que reducir la pobreza infantil y es algo que se está abordando con el ingreso mínimo vital. “Yo creo que tenemos que ver dónde están los elementos comunes y, en general, las recomendaciones que nos han venido haciendo los organismos internacionales están muy alineadas con las prioridades que nos hemos marcado para el Gobierno”, resumió.

Para Calviño, el acuerdo conseguido por los jefes de gobierno y estado es “un acuerdo muy positivo, un gran acuerdo para nuestro país y para Europa”, que marca “un nuevo camino, una nueva forma de hacer las cosas, abre la puerta a nuevos instrumentos financieros y, en definitiva, a una respuesta común a este reto que tenemos por delante, que sin duda trasciende las fronteras nacionales”.

En cuando a la posibilidad de que un país puede frenar la entrega de recursos si no le convencen los planes y el riesgo de los que los países frugales utilicen ese derecho para evitar desembolsos si no les gusta las reformas, Calviño explicó que son “muchas las cosas” que se deciden por unanimidad en Europa e implica un freno para avanzar en ciertos ámbitos.

Sin embargo, se mostró confiada en que “no vaya a ser esa la dinámica que se establezca” poniendo de relieve la importancia de que todos esos países que estaban efectuando “un discurso bastante escéptico y bastante duro”, al final “no han dudado en sumarse a un acuerdo”. “Qué mejor síntoma y qué mejor signo de que este es el acuerdo necesario y el mejor acuerdo para nuestro país y para Europa en este momento”, resumió.