En el acuerdo, firmado después del Consejo de Gobierno y cuando se cumple el primer año del gobierno de coalición, se señala que “proporciona los beneficios de una política diseñada y desarrollada por un Gobierno regional que está tomando medidas para mejorar la economía, la sanidad, la educación, el transporte o los servicios sociales, frente a las decisiones cada día más aciagas de un Gobierno de izquierdas y populista en el Gobierno central, responsable de la inestabilidad política, la incertidumbre social y la crisis económica que recorre España”.

En el texto se destaca que “España atraviesa un momento de inestabilidad política, incertidumbre social y crisis económica. Para responder a una sociedad que requiere soluciones, quienes formamos el Gobierno de la Comunidad de Madrid (PP y Cs) reafirmamos nuestro compromiso de unidad, imprescindible para afrontar los retos a los que nos vemos obligados”.

En el decálogo también constantan las dos formaciones su “determinación para acometer las reformas necesarias para la reactivación de nuestra región, la recuperación económica, la creación de empleo y no dejar a nadie atrás” y “nuestro rechazo a iniciativas que supongan un incremento de la presión fiscal a los madrileños”.

Asimismo, se incluyen la “esencial colaboración público-privada, la decisión de corregir las debilidades de nuestro estado de bienestar, la actualización de aspectos de nuestro sistema sanitario para reforzarlo” y el compromiso de trabajar por un Pacto Local en la Comunidad de Madrid.

Los firmantes de este acuerdo se ratifican "en la defensa de la Constitución y en los valores del diálogo, respeto y tolerancia que hicieron posible la Transición de 1978. Invocamos el gran valor de la unidad de España. No se entiende Madrid sin España, ni España sin Madrid. Y no se entendería una España del Siglo XXI que no fuera libre, solidaria y abierta”.