Tras lograr su cuarta mayoría absoluta, subrayó que nunca ha prometido cosas imposibles, pero sí se comprometió a hacer “todo lo posible por intentar solucionar la mayor parte de los problemas en los que la política puede ser útil”, a “no crearle ningún problema a Galicia" y a contribuir a la gobernabilidad de España.

También se propuso, "intentar mejorar la convivencia de España, desde Galicia", y gobernar para todos los gallegos, dejando claro que quienes no estén contentos con su victoria pueden al menos estar “tranquilos” porque sus prioridades serán las de todos ellos. “No voy a poner por delante de Galicia a nada ni a nadie”, aseguró. “Os defenderé hasta el final de mi mandato”, dijo a los gallegos.

En unas circunstancias “anormales y atípicas”, Feijóo quiso agradecer la “generosidad” de los gallegos y la implicación de los miembros de su partido, “tanto de Galicia como de fuera de Galicia”, y de forma particular a Mariano Rajoy y a Pablo Casado. “Gracias por confiar en nosotros, en esta campaña, en nuestra forma de trabajar y en este candidato”.

“No me confundí cuando aposté por Galicia”, dijo en un momento dado de su comparecencia, en clara referencia a su negativa a luchar por liderar el PP tras la marcha de Rajoy. “Esta noche tengo claro que esa apuesta mereció la pena”, aseguró, reconociendo la ilusión y la emoción por su victoria, mayores incluso a las de 2009, cuando ganó por primera vez.

Pese a los años transcurridos, aseguró que se siente “con más fuerzas, más ilusión y más ganas”, y siente que le debe a Galicia más que nunca, a la que se dedicará “con más ahínco y determinación” que en su primera legislatura.

Feijóo recordó a las víctimas de la pandemia y afirmó que dedicará toda la legislatura a asegurar que ninguna persona vuelva a pasar lo que pasaron esas familias. “Todas esas personas estarán conmigo todos los días de mi mandato”, proclamó.

Pese a la intensidad de la crisis, se mostró convencido de que será superada como lo fue la anterior. “Estoy aquí para cumplir con mi deber como si fuera el primer día de mi mandato”, reiteró, convencido de que no quiere enfrentamientos entre bloques sino entendimiento, y que prefiere la “moderación” a posiciones “intransigentes”, sean en la izquierda o en la derecha. Por ello se comprometió a colaborar desde Galicia para la gobernabilidad de España, “es nuestra nación”.