Laboral
El 75,6% de los trabajadores está preocupado por encontrar un trabajo si se queda en paro y el 70% teme una bajada de sueldo
- Según CCOO
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Una encuesta de CCOO y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) desvela que un 75,6% de los trabajadores está preocupado por la dificultad de encontrar un nuevo trabajo si se queda en paro y un 69,7% teme una bajada de sueldo.
La encuesta sobre ‘Condiciones de trabajo, inseguridad y salud en el contexto del Covid-19’ publicada este miércoles ha sido realizada entre el 29 de abril y el 28 de mayo de 2020 y en ella han participado 20.328 personas asalariadas.
En cuanto a la inseguridad respecto al empleo y las condiciones de trabajo, destaca que el 42,6% está preocupado por la pérdida de su puesto. Si bien, una bajada del salario es la opción más señalada (69,7%) de las condiciones de trabajo, también preocupa un cambio en el horario (54,5%), en las tareas (52,7%) y en el lugar de trabajo (42,4%).
Si se tiene en cuenta si el salario cubre las necesidades, en todas las variables relacionadas con la inseguridad en el empleo y las condiciones laborales es mayor el porcentaje de quienes tienen un salario que no cubre sus necesidades básicas. Por ejemplo, el temor a la dificultad para encontrar un nuevo puesto es mayor (84,5%) en esos casos que entre quienes pueden costear con su sueldo sus necesidades (71,4%).
Frente al Covid-19, dos de cada tres participantes (68%) manifiesta su preocupación por infectarse por coronavirus en su lugar de trabajo y un 37,8% declara haber ido a trabajar habitualmente durante el estado de alarma, del que un 13,1% afirma haberlo hecho en algún momento con síntomas como fiebre, tos, dificultad respiratoria o malestar general.
El porcentaje de quienes fueron a trabajar con síntomas es casi el doble entre quienes afirman que su salario les permite cubrir las necesidades del hogar como mucho “algunas veces” (18,2%), que entre quienes pueden hacerlo siempre o muchas veces (10,5%).
Más del 70% de los participantes que manifiesta haber ido a trabajar a su empresa u organización afirma haber trabajado en algún momento sin las medidas de protección adecuadas, porcentaje que se eleva al 73,5% en el caso de los trabajadores de sectores esenciales.
Respecto a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y despidos, un 5,7% de los encuestados ha perdido su empleo desde el comienzo de la pandemia. La mayoría, el 3,8%, ha sido despedido, y un 1,9% no ha renovado su contrato. Los hombres se han visto ligeramente más afectados por la destrucción de empleo que las mujeres, y los menores de 25 años han salido más perjudicados por la pérdida del empleo (17%).
Respecto a los ERTE, el 26,2% afirma que se vio afectado. Del total de ERTE, la gran mayoría lo fueron por suspensión del contrato (21,8%) y el resto (3,4%) por reducción de jornada. El 51,3% de los ERTE de suspensión de contrato y el 42,2% de los de reducción de jornada no fueron negociados.
CAMBIOS EN LA SALUD
Por otra parte, los encuestados han sido preguntados sobre la “alta tensión”, que hace referencia a la exposición del trabajador a altas exigencias, pero tiene bajo control. El porcentaje de quienes están sometidos a esta situación ha aumentado del 22,3% en la encuesta de 2016 al 44,3% en la actual. La situación es peor para las mujeres (47,8%), los trabajadores manuales (51%) y aquellos con dificultades para cubrir las necesidades básicas del hogar (54,8%).
Además, un 21,5% de los participantes ha consumido tranquilizantes, sedantes o somníferos durante el último mes. De ellos, más de la mitad (12%) son nuevos consumidores, mientras que entre quienes ya consumían antes del inicio de la pandemia, una de cada tres aumentó la dosis o cambió a un fármaco más fuerte. El consumo total fue superior en mujeres (27,4% frente a 15,9% en hombres), así como el porcentaje de nuevas consumidoras (15,4% frente a 8,8%).
Asimismo, un 36,7% de los asalariados afirma que su salud ha empeorado durante la pandemia. Más de dos de cada cinco participantes en situación de no cubrir a menudo sus necesidades básicas con su salario declaran haber empeorado su estado de salud, casi un 10% más que entre quienes sí cubren sus necesidades básicas.
El 55,1% de las personas participantes mostró alto riesgo de mala salud mental y dos de cada tres personas que no pueden cubrir sus necesidades básicas con su salario tienen un alto riesgo de padecer mala salud mental, esto es, un 18,5% más que a quienes sí les alcanza.
(SERVIMEDIA)
01 Jul 2020
MMR/mjg