Mariano Sanz, David Herrera, Jorge Serrano y Silvia Roldán, miembros del Grupo ETEP (Etiología y Tratamiento de las Enfermedades Periodontales y Periimplantarias) de la facultad, llevaron a cabo una revisión de la literatura científica publicada hasta el 30 de abril, que les permitió concluir que el uso de colutorios con povidona yodada o cloruro de cetilpiridino (CPC) podría reducir la severidad del Covid-19 y el riesgo de transmisión.

Estudiaron el efecto que puede tener sobre determinados tipos de virus el uso de colutorios con cloruro de cetilpiridinio (CPC), clorhexidina, soluciones de povidona yodada y peróxido de hidrógeno, entre otros.

Con el título 'Is the oral cavity relevant in SARS-CoV2 pandemic? (¿Es la cavidad oral relevante en la pandemia del SARS-CoV-2?), el artículo ha sido publicado en la revista 'Clinical Oral I Investigations'. Según sus conclusiones, los colutorios antisépticos bucales con povidona-yodo o cloruro de cepilpiridino podrían contribuir a reducir la severidad de esta enfermedad y el riesgo de transmisión, mediante un descenso de la carga viral en la boca en los individuos infectados.

Del informe, financiado con la Beca Extraordinaria de Dentaid, se desprende que la boca es una de las principales vías de entrada al organismo, junto con la nariz y los ojos. En ella, el virus que produce la enfermedad Covid-19 encuentra una alta densidad de sus receptores específicos de unión (ACE2), sobre todo en la superficie de la lengua.

Por eso, el mantenimiento del virus en la boca facilita la transmisión de persona a persona, a través de las gotículas que puede emitir alguien infectado al hablar, toser, exhalar, etc.

Otra cuestión relevante, apuntan los investigadores, se refiere a la carga viral y como ésta está directamente relacionada con la gravedad de la enfermedad. El uso de enjuagues bucales con antisépticos ayudaría a disminuir dicha carga y, en consecuencia, a reducir la gravedad de la enfermedad, así como la transmisión.