Investigación
Un estudio revela que el sistema inmune participa en las alteraciones cerebrales que provocan la adicción al alcohol
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Un estudio coliderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha revelado que el alcohol activa las células del sistema inmune que residen en el cerebro, que cambian su forma y características bioquímicas. Un mecanismo de adicción al alcohol desconocido hasta ahora.
El alcohol aumenta su capacidad adictiva cambiando la geometría de la sustancia gris del cerebro, como evidencia el estudio llevado a cabo en ratas y humanos que publica la revista científica 'Science Advances'.
El trabajo, coordinado por los investigadores Santiago Canals, del Instituto de Neurociencias (IN-CSIC), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernandez, y Wolfgang Sommer, del Instituto Central de Salud Mental de la Universidad de Heidelberg (Alemania), propone un mecanismo de adicción al alcohol desconocido hasta ahora.
Este trabajo muestra que las responsables del cambio de geometría del espacio extracelular de la sustancia gris son las células del sistema inmune que residen en el cerebro, denominadas microglía. El alcohol activa estas células de defensa, que cambian su forma y características bioquímicas. Esta activación altera la geometría del espacio extracelular y habilita rutas de difusión de sustancias que en ausencia de alcohol estarían limitadas.
“En el líquido extracelular circulan sustancias fundamentales para muchos procesos fisiológicos. Y lo que nosotros hemos visto es que, al encoger sus numerosas prolongaciones, la microglía elimina barreras para la difusión, o lo que es lo mismo, habilita rutas que estaban bloqueadas. El siguiente paso es averiguar si este efecto es producido directamente por la acción del alcohol sobre la microglía o lo hace de forma indirecta a través de intermediarios, como podrían ser el hígado o la microbiota intestinal”, explicó el investigador del CSIC.
En un trabajo previo, publicado en abril de 2019 en JAMA Psychiatry, este mismo grupo demostró que el alcohol sigue dañando el cerebro incluso después de dejar de beber. Ese trabajo ya reflejaba un aumento de la difusividad en el cerebro por efecto del alcohol, pero los investigadores no sabían aún el motivo.
(SERVIMEDIA)
24 Jun 2020
MAN/mjg