El objetivo es, según la entidad, avanzar “en la prevención de la pederastia y el abuso sexual de menores que tan extendida se han mostrado en las instituciones religiosas”. En concreto, quiere regular la obligación de colaboración y prevención en estas organizaciones, de forma que no exista el “secreto de oficio”.

También demandó que se contemple una disposición explícita para que se levanten “los secretos derivados de la investigación de las denuncias promovidas por interesados, aunque hayan prescrito, así como el resarcimiento patrimonial de los afectados por los hechos reconocidos”.

Entre las enmiendas que, a juicio de Europa Laica, deberían incluirse en el texto legal, está la “prohibición taxativa” de “difundir entre menores cualquier tipo y forma de adoctrinamiento religioso en contra de la libertad sexual y la diversidad afectiva de las personas, la igualdad sexual, o con doctrinas homófobas”, en referencia a las llamadas ‘terapias de conversión’.

Según la organización, las instituciones religiosas tienen una “deuda moral” con los “miles de niños y niñas que fueron humillados durante años”, por lo que “ahora esta ley no lo puede enterrar con el silencio, la prescripción o con una regulación que no impida su repetición”.