“Durante este periodo de confinamiento se ha hecho más evidente que una economía basada en el crecimiento como la nuestra se viene abajo rápidamente”, afirmó el profesor de la Universidad CEU Cardenal Herrera y miembro de la Fundación Europea para el Estudio y Reflexión Ética (Funderética). “Por eso llevamos mucho tiempo planteando una economía sustentada en bases distintas, con las que se habría afrontado mejor este escenario de crisis”.

Además, Lluch aleja este debate de las luchas clásicas entre modelos económicos, como la que se da entre el capitalismo y el comunismo: “Nos empeñamos en debatir sobre economía de mercado, capitalista o socialista; sobre si queremos una mayor o menor intervención del sector público o del mercado… Pero lo hacemos sin cuestionar el paradigma economicista en que vivimos, en el que la economía se pone por encima de todo”.

“LA ECONOMÍA NOS EXIGE SERVIDUMBRE”

Por ello, en el libro “Una economía para la esperanza”, editado por PPC, Lluch propone medidas concretas para reemplazar el paradigma. El economista considera que la finalidad del sistema no puede ser el mero crecimiento económico, sino que todas las personas tengan lo suficiente para vivir dignamente: “Debemos realizar una transición. La economía actual ha dejado de estar a nuestro servicio para exigirnos servidumbre”.

Como ejemplo de medida económica útil que hubiera sido fundamental a la hora de luchar contra la Covid-19, el autor argumenta que “una producción más repartida y cercana a los lugares de consumo habría evitado ‘cuellos de botella’ en la distribución, como los que se han producido con el material sanitario”.

Finalmente, durante la presentación del libro, celebrada de forma virtual, Lluch se mostró esperanzado por la recuperación del medio ambiente durante el confinamiento. “En solo dos meses de parada, el medio ambiente se ha regenerado rápidamente”. “Con un modelo productivo distinto, efectos como el aumento de las desigualdades no habrían sido tan graves”, concluyó.