La vista se reanudará el lunes en la sede que la Audiencia Nacional tiene en San Fernando de Henares entre estrictas medidas de seguridad sanitaria. Los acusados tendrán que acudir físicamente a la sala, en la que se han establecido reglas de distanciamiento y protección. A esta vista sólo le quedan cuatro jornadas que se celebrarán entre el lunes, 8 de junio, y el jueves, día 11, en que quedará visto para sentencia.

En este juicio se sientan en el banquillo una veintena de acusados por la quiebra de la empresa pesquera que supuso una suspensión de pagos por 3.650 millones de euros. La Fiscalía pide para ellos más de 160 años de prisión.

Pescanova, una empresa aparentemente saneada tuvo en 2013 un problema puntual de liquidez que acabó poniendo al descubierto todo un entramado financiero y societario que desembocó en su ruina.

En el juicio, quedó al descubierto una práctica empresarial poco escrupulosa para conseguir convertirse en líder mundial del sector. Las cuentas del holding presidido por Manuel Fernández de Sousa, arrojaba todos los años cuentas con beneficios a costa de montar un entramado societario cuyo objetivo era ocultar o, cuando menos, maquillar la cuenta de resultados. Así, Pescanova pasó de ser una empresa saneada con “beneficios millonarios” a anunciar una “insolvencia inminente”, según expuso el fiscal en el juicio.

El núcleo duro de la dirección formado por Alfredo López, Joaquín Viña, Ángel González, Carlos Turci, José Manuel Gil y Alfonso García y los exconsejeros o discrepantes con el expresidente Alfonso Paz-Andrade, Pablo Fernández, Fernando Fernández, José Antonio Pérez-Nievas y Antonio Táboas, sostienen que no conocían las prácticas irregulares.

También están en el banquillo una serie de testaferros que sostienen no tener conocimiento del negocio de la pesca y afirma haber sido usados como hombres de paja. Por último, el auditor Santiago Sañé, de BDO, se ha presentado como una víctima de los manejos de la empresa.

Todos los indicios apuntan a la responsabilidad de Fernández de Sousa en el entramado creado por Pescanova. Él se defiende responsabilizando a los bancos usura y a la auditora BDO por no haber encontrado fallos en las cuentas, ni todas las sociedades creadas para lograr créditos y ocultar la situación real del holding. Para todos los acusados la causa quedará vista para sentencia el próximo día 11.