Así se expresó Ábalos en una comparecencia en la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Senado, donde repasó las líneas maestras de su departamento y analizó su actuación desde la declaración del estado de alarma.

“El transporte público es la columna vertebral de la movilidad urbana y no podemos sobrecargar de más automóviles a las ciudades ya que eso supone más contaminación, menos espacio público para las personas y menos salud”, defendió.

A este respecto, alertó de que el sector del transporte va a afrontar “una importante crisis en los próximos meses que esperamos que dure lo menos posible” y detalló que los que tendrán más dificultades serán el ferrocarril y el avión.

Por ello, anunció que el Gobierno trabaja en un esquema de protección de rentas y liquidez para las empresas de transporte y advirtió que en el caso de las públicas tendrán que ver cómo se acomoda la caída de ingresos a sus servicios e inversiones.

“Para el Gobierno es muy importante que el transporte público no solo no salga perjudicado de la crisis, sino que salga reforzado”, prosiguió. Ábalos, quien recordó que está ultimando con Hacienda la creación de un fondo de recuperación del transporte terrestre de servicio público.

Con dicho fondo, el Gobierno pretende compensar las pérdidas sufridas por los operadores y los administradores de infraestructuras como consecuencia de las bajadas de pasajeros ocasionadas por el descenso de la movilidad durante estas semanas de confinamiento.

Además, anunció que está estudiando la posibilidad de que Renfe abone los cánones por el uso de la infraestructura que recibe Adif en función del número real de pasajeros que ha podido transportar en estas semanas y no en función de la capacidad de los trenes, puesto que han circulado con una ocupación máxima de un tercio de su pasaje.