Así lo indicó durante su intervención en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, donde comentó que el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, “no es quién para quejarse de las expresiones” de otros diputados.

En este sentido, añadió que Iglesias “debería trabajar desde el Gobierno con un discurso ordenado y sosegado, y no aprovechar para radicalizar aún más la situación en la que nos encontramos en estos momentos”.

Por ello, el regidor madrileño le demandó que “predique con el ejemplo”, porque ahora mismo se vive en el Congreso de los Diputados un gran nivel de “radicalización, descalificación y agresividad”.

Sobre las declaraciones de la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, el alcalde de la capital no entró a valorar si fueron afortunadas o no, pero las justificó dentro del “fragor de la batalla” de la Cámara Baja.

MENTIRAS DE MARLASKA

Además del conflicto entre Álvarez de Toledo e Iglesias en el Congreso, Almeida lamentó también que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, “faltó a la verdad con los españoles”.

En este sentido, el alcalde comentó que Marlaska tenía la opción de reconocer su implicación en las destituciones en la Guardia Civil, callar o mentir a los españoles y, “lamentablemente, optó por la peor de las decisiones”.

Almeida señaló que ayer el Gobierno “demostró que interfirió en el proceso judicial y que miente a los españoles” porque “no hay un español que tenga la más mínima duda de que se ha producido un cese de manera absolutamente intolerable”.