Así lo revela el barómetro sobre la situación de los autónomos en mayo realizado por ATA a 3.077 autónomos entre los días 15 y 16 de mayo.

El 10,3% de los autónomos, unos 310.000, afirma que va a tener que cerrar su actividad antes de que finalice el año, un 40,5% cree que en principio seguirá, pero no tiene claro si cerrará después, y un 47,1% no se plantea cerrar su negocio.

En esta línea, nueve de cada diez autónomos afirma que su facturación disminuirá este año (92,2%) y de ellos, el 72,5% apunta una caída en los ingresos superior al 40%. En contraposición, solo un 1% prevé aumentar su facturación este año.

En cuanto al empleo, el 33% de los autónomos prevé disminuir su plantilla en los próximos meses, aunque un 45,2% tiene pensado mantener a todos sus empleados.

Además, un 52% afirma haber hecho un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), el 25% mantiene toda su plantilla sin expedientes y el 16,6% dice haberse visto obligado a despedir.

De los autónomos que han aplicado un ERTE, a día de hoy solo el 7,4% ha podido incorporar a toda su plantilla, porcentaje similar a los que apuntan que ya han incorporado a algún trabajador. Mientras, el 8,3% asegura que en los próximos días irá dando de alta a empleados. En cambio, el 39,3% tiene a todos sus trabajadores aún en expedientes temporales.

Respecto a la obligación de mantener el empleo al menos durante seis meses desde que se incorpora a algún trabajador, el 70,3% que ha hecho un ERTE responde que no podrá mantener la plantilla durante ese periodo. El 18% contesta que sí podrá hacerlo.

Como consecuencia de ello, el 59% de los autónomos encuestados considera necesario prolongar los ERTE más allá del 30 de junio.

CESE DE ACTIVIDAD Y FINANCIACIÓN

Sobre las medidas aplicadas por los autónomos para frenar la bajada de actividad, el 45,6% de los encuestados afirma haber accedido a la prestación extraordinaria por cese de actividad, siendo la medida más utilizada de las que se han puesto en marcha para los autónomos, pero un 53,3% dice no haber podido beneficiarse de ella, principalmente porque no ha cerrado completamente.

El 70% considera que dicha prestación se debería ampliar hasta después del verano para sectores que no se van a poder recuperar a corto o medio plazo.

La financiación avalada por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ha sido solicitada por uno de cada tres autónomos (35%), aunque por ahora al 51% se le ha concedido, el 27,1% sigue en proceso de estudio y al 19,6% se le ha denegado. El 65% restante que no ha solicitado los avales del ICO señala que está tratando de aguantar sin endeudarse (47,5%), que no puede hacerlo (22,3%) o que no lo necesita (27,3%).

Una de las cuestiones preguntadas en el barómetro es sobre la morosidad y el 40,5% afirma padecerla. El 22,5% de estos autónomos apunta morosidad privada, el 5,3% indica la pública y el 12,7% afirma padecerla tanto del sector público como del privado. Mientras, un 54,4% no la sufre.

Por otra parte, el 25% afirma que se ha beneficiado del aplazamiento de pagos a la Agencia Tributaria, y 25,5% asegura no haber accedido a ninguna de las ayudas que ha puesto en marcha el Estado.

Preguntados sobre la valoración de todas las medidas que se les han ofrecido durante la crisis, el 69,2% de los autónomos las suspenden

En cuanto a las propuestas de medidas que se deberían poner en marcha para ayudar al colectivo, en una valoración de 0 a 5 (0 es nada necesario y 5 es fundamental) se comprueba cómo todas las propuestas han recibido un aprobado por parte de los autónomos, siendo las consideradas más necesarias la reducción de la cuota a la Seguridad Social del autónomo, en una especie de “tarifa plana” hasta el 31 de diciembre, que ha obtenido una valoración de 4,75 sobre 5, seguida de la reducción de impuestos y cotizaciones, con un 4,66.

Finalmente, en cuanto a la necesidad de realizar pruebas PCR para garantizar la seguridad en la salud, el 79,9% apuesta por ellos, aunque el 92,6% dice no haber podido realizarlos.

El presidente de ATA, Lorenzo Amor, consideró que estos resultados demuestran que “la confianza de los autónomos está a la baja”, con un 40% de ellos que sigue sin abrir su negocio. “Son datos que generan malestar, descontento, poca confianza”, concluyó.