Así lo pone de manifiesto el estudio sobre "La salud visual de los conductores españoles" que presentaron este miércoles en Madrid la asociación Visión y Vida y el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC).

El informe se realizó entre los meses de mayo y julio de 2010 sobre una muestra de 1.027 conductores, a los que se midió la agudeza visual (capacidad para percibir detalles), la estereoagudeza (visión tridimensional), la sensibilidad al contraste de luces, el deslumbramiento, la percepción cromática (confusión de colores) y el campo visual.

Visión y Vida encargó su realización a la Escuela Universitaria de Óptica y Optometría de Terrassa de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

Según explicó Aurora Torrents, una de las autoras del informe, el 24,4% de los conductores de la muestra presentó algún problema visual, lo que equivale a seis millones de conductores de todo el país. Además, un 58,4% de los que aseguraron llevar gafas o lentes de contacto (unos 15 millones de personas) llevan la graduación inadecuada.

El 62% de los encuestados mostró una baja sensibilidad al contraste, y el 36,9% de los que presentan una edad avanzada tiene problemas de discriminación cromática.

Según explicó Torrents, problemas tan comunes como la miopía pueden llevar a una falta de reconocimiento de las señales con suficiente antelación, a confundir señales parecidas o a perder detalles que afectan a la seguridad vial, como la presencia de peatones o bicicletas.

Por su parte, la vista cansada puede provocar lecturas inadecuadas de los símbolos del cuadro de mandos; la falta de sensibilidad al contraste puede hacer pasar inadvertidos otros vehículos (un coche gris sobre la carretera, por ejemplo), y el daltonismo puede hacer imposible distinguir los discos del semáforo, especialmente si se conduce de noche.

CONTROLOS "POCO RIGUROSOS"

Por otra parte, los resultados del informe ponen de manifiesto que los exámenes visuales que se realizan para la obtención o renovación del carné son "poco rigurosos y poco exhaustivos" en España.

"Hoy en día, en los centros de reconocimiento sólo nos preocupa que nos den el visto bueno", lamentó el presidente de Visión y Vida, Javier Cañamero.

Por esta razón, los responsables del informe recomiendan a la Administración que "la normativa sea más explícita", tanto en las especificaciones de las pruebas como en lo que respecta a los valores de referencia que se utilizan.

Así, por ejemplo, aseguran que en las pruebas actuales no se especifica cuál debe ser el valor del campo visual normal, que no hay concreción sobre qué se entiende por capacidad de recuperación al deslumbramiento, y que no se contempla el examen de la visión de cerca ni las anomalías en la visión del color.

En cuanto a los exámenes para los conductores de edad avanzada, lamentan que los valores de referencia actuales para sus controles son "demasiado laxos".

Para Lluís Puerto, jefe técnico de la Fundación RACC, los datos son "contundentes". "Hay que cambiar las cosas, y hacer un mayor uso de las nuevas tecnologías y aumentar la inversión y formación en los centros", añadió.

El estudio también recomienda una mayor utilización de las medidas restrictivas contempladas para determinados conductores, como conducir sólo de día o limitar su velocidad máxima.