"Restringir la movilidad en un contexto en el que las autoridades públicas recomiendan el uso del vehículo privado para evitar contagios, peatonalizar calles o restar carriles para la restauración supondrá un aumento de los problemas del tráfico", aseguró el RACE a través de un comunicado.

El plan de desconfinamiento del Gobierno para la vuelta a la normalidad tras el coronavirus, que comenzó el pasado 4 de mayo con la fase 0, ha supuesto que algunos ayuntamientos, siguiendo las indicaciones horarias del Ejecutivo, han adoptado medidas que favorecen que los españoles, tras mes y medio confinados en sus casas, hayan podido salir a pasear o a hacer deporte.

Ese incremento de personas en las calles y el respeto a la distancia mínima recomendada obligan a regular de forma excepcional el espacio público aprovechando los bajos índices de tráfico, pero el RACE se pregunta qué sucederá cuando se recupere la normalidad y la movilidad previa al confinamiento.

Algunos expertos apuntan a que se producirá un aumento del número de usuarios de vehículos de movilidad personal, como los patinetes eléctricos. Para el RACE, ello exigiría una regulación con criterios de uso y de circulación por la calzada, incluyendo las medidas necesarias de seguridad, y supondría un "perjuicio" para quienes circulan por las aceras.

Según el Observatorio RACE de Conductores, un 20% de los conductores que se iba a trabajar habitualmente en transporte público lo hará en su coche particular tras el confinamiento obligado para frenar el Covid-19 y también uno de cada cuatro conductores que caminaba hacia su lugar de trabajo usará su vehículo privado. "Además, las autoridades españolas también han recomendado el uso del transporte individual como método más efectivo para evitar dichos contagios", indicó el RACE.

Por ello, el RACE abogó por tener en cuenta "todas las opciones de desplazamiento, incluido el vehículo privado", y por evitar restricciones a la movilidad como las planteadas por ayuntamientos que proponen el cierre de vías prioritarias o reducir carriles de circulación para otras actividades. "La movilidad es un elemento básico para la recuperación de la normalidad, de la actividad laboral y de la recuperación económica", sentenció.

Con vistas a la movilidad posterior a la pandemia, el RACE propuso ayudas a la renovación del parque automovilístico, invertir en infraestructuras, mejorar la formación vial e incentivar el acceso a los equipamientos de protección que pueden verse afectados ante la crisis económica (con tipos impositivos al mínimo para elementos como las sillas infantiles o los cascos).