Así lo demandó HelpAge International a través de un comunicado emitido en respuesta al informe presentado el pasado viernes por Guterres sobre el impacto del Covid-19 en las personas mayores. En dicho texto se señalan algunos de los derechos humanos que, a su juicio, se han visto afectados por esta pandemia, como el derecho a la vida, a la salud, a la autonomía personal, a la atención sanitaria, a los cuidados paliativos, a la seguridad y a disfrutar de una vida libre de violencias, abusos o negligencias.

Un informe que, para HelpAge International, supone un recurso “muy importante” para “responder” a la pandemia.

En este sentido, su director ejecutivo, Justin Derbyshire, felicitó al secretario general de la ONU por su “liderazgo en la defensa de los derechos de las personas mayores” y agradeció que Guterres “reconozca” la “gran cantidad” de riesgos que la pandemia del Covid-19 tiene, a su entender, para las personas mayores.

Tras puntualizar que representa una “gran amenaza” para la salud, derechos y bienestar social y económico de los mayores, agregó que también ha aumentado las “desigualdades preexistentes”, el edadismo y la discriminación, así como los “desafíos” que afrontan para acceder a la atención médica y la asistencia humanitaria.

A su juicio, las respuestas a la crisis sanitaria no han logrado “incluir adecuadamente” a las personas mayores y, en la línea de lo que destaca el informe de la ONU, subrayó la necesidad de crear “marcos legales más fuertes” a nivel nacional e internacional para “proteger” los derechos de estas personas y “tenerlas en cuenta en las respuestas sociales, económicas y humanitarias”.

En este punto, HelpAge International, instó a los Estados miembro y las agencias de la ONU a que tomen medidas “inmediatas” para “garantizar” el bienestar así como “la dignidad y la voz” de las personas mayores en la respuesta a la pandemia y consideró “esencial” que los países “den prioridad” a su participación en el Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre Envejecimiento de Naciones Unidas y contribuyan “activamente” al desarrollo de propuestas “concretas” para desarrollar una Convención de la ONU sobre los derechos de las personas mayores.