Así se expresó Bogas en la conferencia con analistas sobre los resultados de la eléctrica en el primer trimestre de 2020, periodo en el que ganó 844 millones de euros, un 133% más.

En cuanto a la operativa de la compañía, destacó que no ha sufrido ninguna interrupción en el suministro ni en su producción, tanto de fuentes convencionales como renovables.

“No estamos experimentando ningún impacto material de la crisis”, reiteró Bogas, quien aseguró que la compañía está en condiciones de “garantizar la continuidad del negocio” gracias a su modelo integrado.

En esta línea, recordó que el 60% de su actividad se produce en negocios regulados, lo que protege los ingresos. En referencia al negocio liberalizado, señaló que el 100% de la producción está ya comprometida y el 80% en 2021.

Además, destacó que la posición de caja de la compañía permite cubrir hasta 23 meses de actividad, lo que señaló como una buena señal de su capacidad de resiliencia para absorber choques temporales.

Sobre el impacto en la demanda eléctrica en España, explicó que su previsión es que se vaya produciendo una progresiva recuperación a lo largo del año para terminar con una caída entorno del 4%, con un descenso de entre el 10 y el 8% de la demanda industrial que se compensará parcialmente por una subida de entre el 4 y el 5% de la demanda doméstica.

Por todo ello, confirmo que la compañía va a abonar el dividendo previsto por el ejercicio 2019, de 1,475 euros por acción, que debe aprobar la junta de accionistas telemática que tendrá lugar mañana martes.

Por su parte, el director financiero de Endesa, Luca Passa, anunció que la compañía estudia denunciar ante el tribunal Constitucional el nuevo impuesto verde que pretende aplicar la generalitat de Cataluña a la producción eléctrica, que tendría un impacto de 58 millones de euros para la compañía.