Cotino estaba siendo juzgado por estafa en la Audiencia Nacional, por las presuntas adjudicaciones fraudulentas de contratos de alquiler de equipos para la retransmisión de los eventos de la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia en 2006.

En total, se sentaban en el banquillo 23 personas entre responsables públicos y empresarios que habrían contribuido a desviar más de 3,3 millones de euros de dinero público tras inflar los contratos de alquiler de equipos audiovisuales a empresas ligadas a la trama Gürtel.

Al menos una decena de los acusados habían llegado a un acuerdo con la Fiscalía que les supondría una rebaja de la pena. No era el caso de Cotino, contra el que recaían buena parte de las revelaciones de estos acusados. El exdirector de la Policía llegó a declarar en la vista justo antes de que se declarara el estado de alarma.

Los magistrados indican en su auto que el archivo se acuerda tras haberse extinguido la responsabilidad penal del acusado y dicta el levantamiento de los embargos que pesaban sobre sus bienes. En concreto, tres fincas en Xirivella (Valencia) y distintas cantidades retenidas en entidades bancarias.