Si se depuran los atípicos su beneficio recurrente alcanza los 1.258 millones y crece 6,4% interanual, impulsado por el mayor margen neto de los últimos diez años y que avanza un 14,1% gracias “al buen comportamiento” de los ingresos y la “contención” de los costes, según explicó este jueves el banco.

El ajuste en EEUU responde a su menor expectativa de negocio ante las peores perspectivas de la economía y la rebaja de los tipos de interés, pero el banco precisó que no afecta ni al patrimonio neto tangible ni al capital ni a la liquidez del grupo.

Sin embargo, la pandemia no solo perjudica las cuentas sino que también afectará al dividendo. Su Consejo de Administración ha acordado no pagar ninguna cantidad por dividendo con cargo al resultado de este año “hasta que desaparezcan las incertidumbres generadas por el Covid-19 y, en ningún caso, antes del cierre de dicho ejercicio”.

En cuanto a balance y actividad, en los últimos tres meses los préstamos y anticipos a la clientela estuvieron estables a nivel grupo en 382.592 millones, gracias a que la caída en los segmentos minoristas y del sector público fue compensada por un aumento en el crédito a empresas de en torno a 10.000 millones.

También se mantuvieron “sin apenas cambios” los depósitos de la clientela, alcanzando 385.050 millones, mientras que los recursos fuera de balance cayeron un 10,5% como consecuencia del mal comportamiento de los mercados provocado por la pandemia.

En cuanto a los márgenes de la cuenta, el de intereses creció un 3,6% favorecido por la buena evolución de Turquía, América del Sur y, en menor medida, México; mientras que las comisiones avanzaron otro 3,6% impulsado por los negocios en España y Estados Unidos.

Los ingresos recurrentes, que suman margen de intereses y comisiones, avanzaron así un 3,6%, mientras que el resultado de operaciones financieras se incrementó un 39,5% por las ganancias por coberturas de riesgo cambiario en el Centro Corporativo, y permitió que el margen bruto progresase un 7,2%.

Dicha evolución, unida a la contención de costes, ayudó al margen neto a subir un 14,1% y alcanzar los 3.566 millones, su mayor cuantía de los últimos diez años y que ha permitido absorber en este trimestre el cargo de 1.433 millones en la línea de saneamientos crediticios por la crisis del Covid-19, aunque el beneficio se torna negativo al añadir el ajuste en EEUU.

PIERDE 141 MILLONES EN ESPAÑA

Por zonas geográficas, el margen neto creció un 10,3% en España y alcanzó los 728 millones; pero acusó pérdidas de 141 millones tras llevar 517 millones a provisiones frente a los eventuales impactos de la pandemia.

En Estados Unidos perdió 100 millones de euros debido también a las provisiones crediticias asociadas a la crisis del Covid-19 y a mayores dotaciones en la cartera comercial, sobre todo en empresas del sector de petróleo y gas por valor de 280 millones.

En México, su margen neto avanzó un 6,3% a tipos de cambio constantes y ganó 372 millones de euros, si bien también cae un 39,9% el resultado por los saneamientos ante la crisis; mientras que en Turquía su beneficio se situó en 129 millones, en línea con un año antes, pese a realizar 169 millones en provisiones frente a la crisis.

El banco aseguró que enfrenta la situación “desde una posición de fortaleza” gracias a “la recurrencia y baja volatilidad del margen neto” y su capacidad de generar capital, como prueba que se haya multiplicado por 2,3 frente a los niveles del 2008.

El ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ se situó en el 10,84%, pero cede 90 puntos básicos desde el cierre de 2019 por la evolución de los mercados y la anticipación de saneamientos. Se ha marcado como objetivo mantener un colchón sobre su nuevo requerimiento de ratio CET1 (actualmente en el 8,59%) de entre 225 y 275 puntos básicos.

En liquidez mantiene un coeficiente regulatorio LCR del 134% y cubre prácticamente al 100% los créditos con depósitos de clientes, y su morosidad se situó en el 3,6% a cierre de marzo de 2020 frente al 3,8% en diciembre del año pasado.