Gasto tecnológico

El coronavirus enfría la previsión de aumento de gasto tecnológico en España al 0,9%

MADRID
SERVIMEDIA

La inversión de las empresas en tecnología crecerá en España este 2020 un 0,9% respecto al año pasado, en lugar del 1,9% previsto a comienzos de año, debido al impacto negativo del coronovirus, según un estudio presentado este miércoles por la consultora IDC Research.

El informe, elaborado a partir de entrevistas a 130 directores generales y directivos del sector tecnológico, rebaja la expectativa para Europa al 1,4% de incremento, en contraste con el 2,8% pronosticado antes de la pandemia.

El impacto en las ventas, la ruptura de la cadena de suministro y las dificultades para el trabajo en remoto han sido las preocupaciones principales para las empresas españolas durante este periodo de confinamiento.

Casi tres cuartas partes de las empresas (73%) reconocen que el impacto en las ventas ha sido muy importante, con una cancelación de pedidos del 30%, una reducción de pedidos del 48% y la paralización de las inversiones en un 23%, hasta tener claro el devenir del mercado en los próximos meses.

MERMA DE INGRESOS

El gasto en tecnología se está viendo reducido fundamentalmente por la bajada de ingresos, lo que no va a impedir que ciertas categorías de gasto se vean impulsadas de manera positiva.

Según IDC, la desaceleración en el desembolso para tecnología ha venido acompañada de una redistribución del mismo en las diferentes categorías e industrias. En líneas generales, servicios personales y de consumo, transporte y de manera muy visible el turismo, han sido aquellas industrias en España donde el impacto de la pandemia ha sido más visible, en gran medida por ser sectores tractores de la economía.

Por el contrario, otras industrias como la sanitaria o incluso la propia administración pública deberán acelerar sus inversiones digitales a medida que se vaya superando la pandemia, con un previsible incremento en la infraestructura, la incorporación de automatización de procesos e incorporación de la inteligencia artificial o el uso intensivo de herramientas de colaboración.

“En los últimos dos meses hemos podido ver diferentes soluciones y casos de uso, como videoconferencia y plataformas de aprendizaje, entre otras, que han permitido a las empresas tener continuidad de negocio, amortiguando el efecto que la pandemia ha provocado en la economía y la sociedad en general”, explicó José Antonio Cano, Director de Análisis y Consultoría de IDC Research España.

Si bien hasta el brote del coronavirus las organizaciones seguían trabajando en silos y sumando iniciativas interdepartamentales, el estado de alarma ha provocado que la mayoría de las empresas en España hayan adoptado políticas de teletrabajo. En algunos casos ya se disponía de cierta política al respecto (y por tanto la pandemia ha reforzado los procesos de trabajo en remoto de estas organizaciones) o bien se ha implantado la propia necesidad de garantizar la continuidad de negocio en aquellas industrias en las que ha sido posible, como reconocen el 52% de las empresas consultadas.

“La gestión de la pandemia en las organizaciones se ha llevado de manera ágil e interna, debido a la necesidad de actuar de manera rápida al virus. La colaboración e involucración de todos los departamentos de la empresa ha sido necesaria para garantizar la continuidad del negocio en las primeras fases de impacto del virus”, apuntó Cano.

CIBERSEGURIDAD

El mayor desafío, no obstante, se encuentra principalmente en la ciberseguridad y, en segundo lugar, en la implantación de políticas de ‘smart working’, dado que la necesidad de movilizar y transformar el puesto de trabajo para garantizar el negocio ha impactado en los primeros momentos de la pandemia en la continuidad del negocio.

Una de cada dos empresas encuestadas confirma que va a seguir manteniendo sus políticas de trabajo después de que pasen los efectos del Covid-19.

En el periodo de desescalada, el foco de las organizaciones se centra en la continuidad del negocio, la automatización como vía para lograr eficiencias y la reducción de costes, así como la búsqueda de nuevas vías de interacción y colaboración entre empleados y proveedores para poder llegar con una propuesta de valor diferencial al cliente.

La mayoría de las empresas considera que el ‘smart working’ ha venido para quedarse, aunque su implementación dependerá del grado de madurez de las mismas, de la industria en la que opera la empresa o según roles y posiciones.

(SERVIMEDIA)
29 Abr 2020
JRN/mjg