Las pérdidas acumuladas por el sector desde la declaración del estado de alarma superan ya los 100 millones de euros, según la organización, por lo que estas ayudas “son fundamentales para garantizar la supervivencia del sector”.

En concreto, las salas de cine solicitarán una adaptación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor a las particularidades del sector y a la limitación de la actividad, manteniendo las medidas y coberturas extraordinarias establecidas durante el estado de alarma, teniendo en cuenta que en esta etapa de transición no será posible la reincorporación plena de todos los trabajadores.

También reclaman un fondo “específico y finalista” que se ajuste al coste soportado por mantener los cines cerrados, permitiendo la reparación del impacto económico y adaptándose a los costes que supondrá una limitación de la actividad a largo plazo.

Además, demandan que los alquileres sean “proporcionales al aforo disponible en los cines”, de forma que si se reducen un tercio, pagarían un tercio de la renta durante el periodo de transición, adaptando el coste del alquiler a los “exiguos ingresos obtenidos como consecuencia de las restricciones derivadas del protocolo”.

Entre otras medidas, reclamaron también a los ayuntamientos que les descuenten el IBI o les bonifiquen el pago de otros impuestos municipales.

Asimismo, la federación de cines aseguró que las salas ya se están preparando para hacer más segura la vuelta a los cines con mamparas de protección, geles hidroalcohólicos y otras medidas para prevenir contagios de coronavirus.