Detenido un exsoldado y otras cuatro personas por adquirir armas con documentos falsificados
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La Guardia Civil ha detenido a un exsoldado profesional y a otras cuatro personas por adquirir armas de fuego nuevas de última generación en armerías, donde presentaban documentos falsificados de las Fuerzas Armadas para conseguir el material, que luego vendían en el mercado negro al triple de su precio original.
Según informó este miércoles el Instituto Armado, la llamada 'operación Gaviota' se ha desarrollado en las provincias de Madrid, Burgos y Barcelona. A los detenidos, así como a dos investigados que también han sido encausados en esta investigación, se les imputan los delitos de tráfico de armas y munición, depósito de armas y munición, falsedad documental, usurpación de funciones y estado civil, tráfico de drogas y blanqueo de capitales.
La Benemérita destacó que con esta operación se ha impedido que las armas y munición incautadas pudieran ser desviadas al mercado negro. Los detenidos blanqueaban los beneficios obtenidos mediante la compra de propiedades, vehículos y la obtención de préstamos que amortizaban de forma anticipada en un corto plazo de tiempo.
En los 10 registros realizados en esta operación han sido intervenidas 21 armas de fuego de última generación, más de 8.800 cartuchos metálicos de diferentes calibres y 73.000 euros en metálico, entre otros efectos. A los investigados también se les encontraron unos 120 gramos de cocaína en polvo y roca, 22 papelinas de cocaína ya confeccionadas, numerosos envoltorios y dos basculas de precisión para la distribución de drogas.
MATERIAL LETAL
El detenido que era ex soldado profesional se hacía pasar por oficial del Ejército que se dedicaba a la adquisición en armerías de pistolas y revólveres, para lo que usaba permisos de armas y guías de pertenencia falsificadas a nombre de militares para los que decía actuar como representante. Para dar más credibilidad a su supuesta condición de militar se identificaba con una placa y un carnet falsos del Ejército del Aire.
Por este procedimiento, solamente en una armería de Madrid consiguió adquirir 21 armas de fuego, siendo la mayoría armas cortas (pistolas y revólveres), así como rifles versiones civiles de fusiles de asalto militares y escopetas policiales tácticas de corredera; todas ellas nuevas lo que les aseguraba su inmediata venta en el mercado negro al triple de su precio original.
Además se valían del engaño y la confianza de otra persona con licencia de armas de tiro deportivo, que con cargo a los cupos extraordinarios de munición que podía adquirir legalmente para su actividad deportiva, adquiría grandes cantidades de munición que posteriormente entregaba a los otros detenidos para venderla junto con las armas con las que traficaban. De esta manera, ofrecían packs completos de armas nuevas (que incluían hasta 4 ó 5 cargadores adicionales y varias cajas de munición).
La Benemérita destacó la peligrosidad de alguna de las armas con las que traficaban los detenidos y que les fueron incautadas, como es el caso de un rifle táctico dotado de puntero láser, linterna, bípode y numerosos cargadores de alta capacidad, alguno de ellos de hasta 50 cartuchos. Este arma y los complementos proporcionaba a quien la tuviera en su poder una elevada potencia de tiro y letalidad.
(SERVIMEDIA)
29 Abr 2020
NBC/gja