Su hucha se construye sobre el fondo que arrancó en marzo pasado con un importe mínimo de 25 millones de euros y financiado inicialmente con el 50% de la retribución de este año de su presidenta, Ana Botín, y del consejero delegado, José Antonio Álvarez; el 20% de la retribución de los consejeros no ejecutivos y aportaciones voluntarias de los empleados.

Según detalló el banco este lunes, dicho fondo ha alcanzado ya 54 millones con nuevas contribuciones de los distintos países procedentes de donaciones voluntarias de los empleados y de terceros, así como de fondos aportados directamente por las filiales del grupo.

A esa suma el banco añadirá otros 46 millones redirigiendo fondos de determinados proyectos hacia iniciativas para luchar contra el Covid-19 y sus efectos. “Queremos ser parte de la solución de esta emergencia sanitaria y económica sin precedentes”, explicó Ana Botín e indicó que la prioridad para el banco es a la vez la salud de su plantilla, dar continuidad al negocio y apoyo financiero a los clientes.

La banquera detalló que el Santander está haciendo “todo lo posible” para ayudar a los hospitales, al personal sanitario y a las distintas organizaciones y fundaciones que están trabajando para luchar contra el coronavirus. Para ello el grupo ha puesto además su red internacional y su capacidad global de compra para ayudar a gestionar las relaciones con los proveedores y distribuidores, a fin de que “el equipamiento y los suministros necesarios lleguen a las personas y a los lugares donde más los necesitan”.

Dentro de los proyectos a los que dirige estos recursos subrayó de manera especial también la protección de aquellos grupos vulnerables más impactados por la enfermedad en varios países.

Hasta dos tercios de los fondos irán a proyectos que están llevando a cabo universidades y centros de investigación en diferentes áreas y países, como la coordinación de la respuesta con las administraciones el fortalecimiento del sistema universitario en su transición digital, con especial atención a los estudiantes más vulnerables, y la investigación, tanto en vacunas, como fármacos y diagnóstico.

Es una iniciativa que se suma otras medidas adoptadas por el Santander para apoyar a los clientes con liquidez para las empresas o las moratorias de hipotecas y alquiler, así como el aplazamientos del pago de préstamos para pymes y particulares o la suspensión de algunas comisiones y ampliaciones de los límites de las tarjetas de crédito.

En España, Santander ha donado ya 4,1 millones de mascarillas para el Gobierno, las fuerzas armadas y la policía, distintos hospitales en todo el país, además de en Cantabria y en Boadilla del Monte, lugares donde se encuentran las principales sedes del banco.

Además, han donado 500 respiradores no invasivos distribuidos por las comunidades, 2.000 mantas para el Hospital de la Paz de Madrid, instrumentos de desinfección en residencias de ancianos en Madrid y ha contribuido al hospital de campaña de Ifema.

Otros países donde ha realizado significativas donaciones de material sanitario y de protección y aportaciones de fondos a diferentes proyectos son Portugal, Polonia, Brasil, Reino Unido, Chile, Argentina o México.