Así lo refleja el ultimo informe del Observatorio 5G de la Comisión Europea, con datos actualizados hasta el primer trimestre de 2020.

España ha hecho una treintena de ensayos de casos prácticos. Alemania supera ligeramente la veintena y sobrepasa en número a Francia, que ocupaba la segunda posición en la monitorización de finales de 2019 y que ahora pasa a la cuarta plaza por detrás de Italia.

El observatorio tiene contabilizadas en Europa 233 pruebas de la tecnología de quinta generación. De ellas, España, Alemania, Italia y Francia copan el 39%, y si se cuenta también el Reino se eleva al 47%.

Por sectores, medios de comunicación y entretenimiento, (con 36 prácticas), transporte (31) y automoción (22) son en los que se han probado más casos de 5G.

Los 233 ensayos registrados se llevaron a cabo en 30 países, 191 en Estados miembro de la UE y Reino Unido, y 42 en Rusia, San Marino, Noruega, Turquía y Suiza. No se tiene constancia aún de pruebas en Chipre, Malta ni Eslovenia.

En nueve países de la UE y en Reino Unido hay ya en funcionamiento servicios 5G: Austria, Finlandia, Alemania, Hungría, Irlanda, Italia, Lituania, Rumanía y España.

En relación con el coronavirus, el informe del observatorio señala que desde las medidas de confinamiento decretadas en la mayoría de países, ha subido mucho el consumo de datos, pero el 5G no ha notado el tráfico de manera reseñable porque su implantación es aún muy incipiente.

En sintonía con lo que han previsto la mayoría de expertos y gobiernos, el informe confirma retrasos ya en un número importante de países en los calendarios de despliegue del 5G, en gran parte por el cierre de dependencias municipales encargadas de las autorizaciones para la construcción de puntos de conexión.

Como aspecto positivo de la crisis, el observatorio dice que las mayores demandas de teletrabajo y teleasistencia evidencian la necesidad de acelerar la implantación de una tecnología con mayores prestaciones como el 5G.