No podrán alejarse más de un kilómetro de sus casas, acercarse a otros niños ni acceder a parques o zonas infantiles. Sin embargo, sí podrán dar paseos por la calle y, en caso de quienes vivan en zonas rurales, andar por el campo o bosques, siempre y cuando cumplan los parámetros anunciados por el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, en una rueda de prensa junto al ministro de Sanidad, Salvador Illa.

De esta manera, el Gobierno rectifica la decisión anunciada el martes por la portavoz María Jesús Montero, que informó de que los niños podrían salir únicamente para acompañar a los adultos a los quehaceres ya permitidos en el estado de alarma, como hacer la compra, ir a la farmacia o al estanco.

“Os quiero pedir disculpas porque en las últimas horas no hemos sido todo lo claros que deberíamos para explicar cómo podéis salir a partir del domingo”, trasladó Pablo Iglesias dirigiéndose expresamente a los niños y niñas. “Sé que no está siendo nada fácil”, dijo, pero subrayó que le ha llegado información de que los niños “os estáis portando muy bien”.

La prórroga del estado de alarma vendrá acompañada de esta flexibilización que, como ha insistido en reiteradas ocasiones el ministro Salvador Illa, no se trata de una desescalada, sino de una medida para beneficiar la salud de los niños durante el confinamiento y que podrá ser revisada si supusiera un efecto negativo en la evolución de la pandemia de coronavirus.

Los menores podrán salir una vez al día en las condiciones mencionadas, siempre acompañados de un adulto que viva con ellos, como un progenitor, tutor legal o hermano mayor de edad. Un adulto podrá ir acompañado de hasta tres menores y los niños podrán llevar juguetes. No será obligatoria la mascarilla, aunque sí es “recomendable” en caso de que estén en espacios con otras personas.

Deberán respetar el “distanciamiento social” de manera que han de evitar el contacto con otros niños y las zonas de juegos o parques infantiles, como explicó Iglesias. También se podrá pasear con bebés en sus carritos. En el caso de los parques comunitarios de las urbanizaciones, serán las comunidades de vecinos las que deberán decidir si se permite el juego de los niños o no.

El ministro de Sanidad, por su parte, celebró que “después de 40 días de confinamiento, seis millones de niños menores de 14 años podrán salir a la calle a partir del próximo domingo 26 de abril” y concretó que el Gobierno "actuará con máxima cautela y prudencia, también con los niños".

La decisión se ha tomado, dijo, “tras consultar con pediatras, psicólogos o epidemiólogos” y recordó que tanto adultos como niños deben cumplir tres medidas: "aislamiento entre personas idealmente de dos metros, lavarse muy frecuentemente las manos y mantener la higiene en espacios públicos y privados".

“SE HAN COMETIDO ERRORES”

El vicepresidente segundo aseguró que, para que esta flexibilización funcione, todo dependerá “de lo estrictos que seamos”, al tiempo que confió en la “responsabilidad” de los ciudadanos para garantizar la seguridad de la población y evitar la transmisión del virus.

“No me cabe ninguna duda de que esta norma va a funcionar por el sentido común de la gente”. No obstante, precisó que si un niño tiene síntomas, está en cuarentena o es sospechoso de tener coronavirus, obviamente debe quedarse en casa y no salir.

Asimismo, entonó el ‘mea culpa’ en representación del Gobierno por la rectificación de la medida anunciada el martes, que no se corresponde en absoluto con lo anunciado hoy. De hecho, el ministro Salvador Illa salió el mismo martes por la tarde rectificar lo dicho por la portavoz del Gobierno y dijo que sí se iban a permitir los paseos a los niños.

“No nos habíamos explicado bien, y cuando uno no se explica bien, no hay que lamentarse, hay que trabajar. Y nos pusimos a trabajar esa misma tarde”, aseguró Iglesias. “Se han cometido errores y se seguirán cometiendo. Y cuando uno los comete, debe enmendarlos de manera inmediata, y eso hicimos, lo enmendamos”.

Además, Iglesias reconoció que las críticas que recibió entonces el Gobierno por parte de las organizaciones de infancia y la oposición “eran críticas razonables”. Por tanto, “cuando te critican y tienen razón, hay que reconocerlo y rectificar”, zanjó.