Su diagnóstico lo difundió este miércoles en un informe donde matiza que, pese a la “profunda recesión” que se avecina a corto plazo, el PIB logrará “un fuerte rebote en 2021, suponiendo que haya una recuperación gradual en la actividad económica a partir del segundo semestre de 2020”.

El estudio firmado por sus analistas Alvise Lennkh y Giulia Branz advierte de que la economía española es “particularmente vulnerable a la pandemia y a las crisis relacionadas con el confinamiento” por su propia estructura, ya que el 30% de la actividad y el 40% del empleo está relacionado con el turismo y actividades recreativas.

Asimismo, alerta de que el 22% del empleo en ambos sectores está basado en contratos temporales, lo que disparará la tasa de desempleo del país por encima del 18% este año.

Según avisa, un alto desempleo entraña en sí mismo el riesgo añadido de potenciar un impacto negativo de segunda ronda, frenando el crecimiento futuro a medida que se deterioran los ingresos de los hogares.

La firma de calificación espera que los costes extraordinarios derivados por la crisis del Covid-19 y la reducción de los ingresos tributarios disparen el déficit al 8% del PIB y el peso de la deuda pública a una cuantía equivalente al 110% del PIB.

Sin embargo, cree que el Banco Central Europeo (BCE) amortiguará el impacto en las finanzas públicas con el paquete de medidas aprobado para facilitar el acceso de los tesoros a los mercados a bajos precios.