Así lo demandó a través de un comunicado en el que precisó que ha empezado a recibir “numerosas” reclamaciones de hogares con facturas del gas “anormalmente elevadas” que son “estimadas y no basadas en una lectura real”.

En este sentido, señaló que estas resultan “mucho mayores que las habituales en esta época” y alertó del “perjuicio” que este hecho puede suponer en especial para aquellas familias afectadas por una reducción de sus ingresos a causa de la crisis desatada por el nuevo coronavirus.

OCU aseguró que la ausencia de visitas a los domicilios por parte del personal encargado de las lecturas de gas, como consecuencia del estado de alarma, “está provocando” la emisión de las primeras facturas de gas basadas en estimaciones de consumo y que, “en algunas ocasiones, han disparado su factura de gas” con un desvío de más de 300 euros con respecto al consumo habitual.

La organización recordó que, según la normativa, en el caso de que no sea posible realizar la lectura del contador y que el consumidor no la facilite, la distribuidora debe realizar una estimación teniendo en cuenta el consumo en esas mismas fechas en años anteriores y, si no hay histórico por tratarse de altas recientes, “se debe realizar teniendo en cuenta un perfil medio establecido”.

Para la organización, el problema es que, “en la mayor parte de los casos”, el cargo se ha realizado ya y la “única solución” facilitada por las comercializadoras ha sido la de abonar la factura para que, en la próxima con lectura real se realice "el ajuste con la devolución”.

Con el fin de evitar este inconveniente, aconsejó a los consumidores afectados que no puedan hacer frente al pago que reclamen el fraccionamiento y exigió a las comercializadoras que resuelvan positivamente “todas y cada una de las reclamaciones que sus clientes planteen” ante facturas estimadas “erróneas”. “Ya sea anulando esas facturas y emitiendo una nueva con la lectura facilitada por el cliente o prorrateando su pago mientras no haya lecturas reales”, agregó, al tiempo que también solicitó a las distribuidoras que incorporen “de forma ágil” todas las lecturas realizadas por los consumidores.

También les recordó que la normativa obliga a que las cantidades adelantadas por facturaciones elevadas sean devueltas con el interés legal del dinero vigente y que, en el caso de estimaciones a la baja, su cobro debe ser prorrateado “en tantas facturas como meses transcurrieron en el error”.

Por otro lado, emplazó tanto a distribuidoras como a comercializadores a que, a falta de una normativa “más precisa”, revisen la metodología aplicada para “aprovechar al máximo” la información disponible del cliente.