Ciencia

El Ártico registra un nuevo récord de agotamiento de ozono en marzo

MADRID
SERVIMEDIA

Los niveles de ozono estratosférico sobre el Ártico alcanzaron un mínimo histórico en marzo de este año y llegaron a su punto más bajo el pasado 12 de marzo, con 205 unidades Dobson, con lo que llegaron ese mes a su máximo de agotamiento jamás registrado, según las mediciones por satélite realizadas por la NASA.

También hubo niveles bajos de ozono en la atmósfera superior (o estratosfera) en 1997 y 2011. El valor de ozono más pequeño observado en marzo en el Ártico se sitúa en torno a 240 unidades Dobson.

Los investigadores de la NASA prefieren el término 'agotamiento' sobre el Ártico, ya que, pese al bajo nivel récord de la capa de ozono este año, la pérdida de ozono es aún mucho menor que el 'agujero' anual de ozono que se produce sobre la Antártida en septiembre y octubre, durante la primavera del hemisferio sur. A modo de comparación, los niveles de ozono sobre la Antártida generalmente caen a aproximadamente 120 unidades Dobson.

"El ozono ártico bajo de este año ocurre aproximadamente una vez por década", apuntó Paul Newman, científico jefe de Ciencias de la Tierra en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, quien añadió: "Para la salud general de la capa de ozono, esto es preocupante, ya que los niveles de ozono en el Ártico suelen ser altos durante marzo y abril".

¿QUÉ ES EL OZONO?

El ozono es una molécula altamente reactiva compuesta por tres átomos de oxígeno que se produce naturalmente en pequeñas cantidades. La capa de ozono estratosférico, aproximadamente de 11 a 40 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, es un protector solar que absorbe la radiación ultravioleta dañina que puede dañar las plantas y los animales, y afecta a las personas al causar cataratas, cáncer de piel y sistemas inmunes suprimidos.

El agotamiento del ozono en el Ártico de marzo fue causado por una combinación de factores que surgieron debido a episodios inusualmente débiles de 'olas' en la atmósfera superior de diciembre a marzo. Estas ondas impulsan los movimientos del aire a través de la estratosfera similar a los sistemas climáticos que experimentamos en la atmósfera inferior, pero mucho más grande en escala.

En un año típico, estas olas viajan hacia arriba desde la atmósfera inferior de latitud media para interrumpir los vientos circumpolares que giran alrededor del Ártico. Cuando interrumpen los vientos polares, hacen dos cosas. Primero, traen consigo ozono de otras partes de la estratosfera, reponiendo el depósito sobre el Ártico.

"Piense en ello como tener una capa de pintura roja, baja en ozono sobre el Polo Norte, en un cubo blanco de pintura. Las olas agitan la pintura blanca, mayores cantidades de ozono en las latitudes medias, con la pintura roja o baja en ozono contenida por la fuerte corriente en chorro dando vueltas alrededor del polo", explicó Newman.

La mezcla tiene un segundo efecto, que es calentar el aire ártico. Las temperaturas más cálidas hacen que las condiciones sean desfavorables para la formación de nubes estratosféricas polares. Estas nubes permiten la liberación de cloro para las reacciones que agotan el ozono.

(SERVIMEDIA)
17 Abr 2020
MGR/mjg