En rueda de prensa telemática tras la Junta de Portavoces, el portavoz parlamentario de los populares consideró que al presidente del Gobierno “no le interesan los Pactos de la Moncloa como tal”, dado que “necesita cualquier excusa para repartir responsabilidades entre los otros grupos” políticos.

“Quiere unos pactos para poder quedarse en La Moncloa, que es bien diferente. Quiere una fotografía que permita distraer la atención de las múltiples deficiencias de este Gobierno”, sentenció Maroto, antes de advertir de que “hay algo peor que la ineficacia en un gobernante y es la mentira”.

Así, aseguró que si tuviera la oportunidad preguntaría a Sánchez si “puede decir alto y claro que no ha mentido a los ciudadanos durante esta crisis y si cree que no hay que arrepentirse de nada, que no se ha equivocada en nada y que no tiene que pedir perdón por nada”. “No hay algo más peligroso que la mentira acompañada de la soberbia”, enfatizó.

Maroto elevó el tono contra Sánchez al considerar que “es un presidente que ha utilizado la mentira para tapar la gestión de su Gobierno en esta crisis”. “Y, a pesar de todo, el PP está demostrando altura de miras y capacidad de apoyar decisiones incluso no compartiéndolas parcial o totalmente”, defendió sobre el respaldo del PP al decreto del estado de alarma.

Eso sí, puso en duda la palabra de Sánchez al hablar de un “gran acuerdo entre todos” cuando “en el día a día” no es capaz de propiciarlo. En todo caso, exigió conocer las propuestas que tiene el presidente “antes de cualquier otra cosa” porque resulta “muy complicado ponerse en la cabeza de lo que quiere hacer Sánchez” si no lo dice.

En su opinión, la estrategia actual del presidente del Gobierno pasa por “intentar que se hable lo menos posible de lo que ha hecho mal y tarde” para poner el foco en “repartir responsabilidades” entre los diferentes grupos de la oposición y “a ver si engaña a los demás partidos para que salgan en una foto”.

Consideró que Sánchez utiliza los Pactos de La Moncloa como “señuelo”, ya que lo que se está planteando es llamar “de uno en uno” a los grupos políticos cuando lo que se tendría que alcanzar debería ser el resultado de un trabajo de unidad entre diferentes formaciones, organizaciones y colectivos sociales.

A este diagnóstico unió que el vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pablo Iglesias, “es un agudo problema para resolver la crisis económica”, ya que “las políticas de Podemos, de ministros comunistas o pseudocomunistas sólo empeoran las cosas en materia económica”.