Según la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato mayoritario en el Ministerio del Interior, los hechos se produjeron antes de las 14.00 horas cuando un interno sufrió un ataque epiléptico. Como en ese momento no había personal médico en la prisión -el paciente fue atendido con posterioridad en la enfermería- los internos iniciaron la protesta violenta. La quema de contenedores y cubos de basura provocó una enorme columna de humo en el patio de la cárcel que se podía divisar desde el exterior.

Para CSIF este suceso es "un ejemplo de la tensión que se está viviendo hoy en las prisiones españolas por la falta de equipos de protección y en general medios adecuados frente a la crisis del coronavirus".

Por eso, reclamó al Gobierno "la contratación inmediata de los 40 médicos prometidos ante la crisis del coronavirus y que se hagan los test al millar de trabajadores en cuarentena para que en el caso de dar negativo puedan reincorporarse cuanto antes a las de por sí mermadas plantillas de Instituciones Penitenciarias".