En un comunicado, Escuelas Católicas subrayó que comprende “las dificultades por las que están pasando muchas familias” y recordó “a todos” que las aportaciones “siguen siendo voluntarias y que cada familia debe considerar si quiere y puede seguir haciéndolas”.

Con ello, la federación quiso dar argumentos ante la polémica que está surgiendo estos días de ausencia de clases presenciales por la crisis del coronavirus sobre las aportaciones voluntarias y otras cuotas en colegios concertados.

En el mismo comunicado, la organización también indicó que esos fondos “contribuyen al sostenimiento de las fundaciones e instituciones”, en su caso, concretó, “mayoritariamente entidades sin ánimo de lucro, que promueven un proyecto educativo y social concreto elegido libremente por las familias”.

La federación recordó asimismo que las aportaciones se atienen a la legalidad vigente y que “el Estado no cubre la totalidad de los gastos reales de la enseñanza concertada”.

Además, Escuelas Católicas considera “mención aparte” cuestiones como aulas matinales, comedor, transporte o extraescolares, que “obviamente no se deben cobrar”. “Si algún colegio está realizando una mala práctica, se debe controlar, pero no es justo sembrar la sospecha sobre todo el colectivo”, agregó la organización.