La iniciativa, que pondrán en marcha de manera voluntaria, se dirigirá a los clientes afectados por la crisis que lo soliciten y siempre que la hipoteca sea sobre primera vivienda, según detallaron este lunes las patronales de la banca AEB y CECA.

La medida la aplicarán igualmente en créditos al consumo donde el cliente podrá diferir el pago para un periodo de hasta seis meses.

En ambos casos el diferimiento implica que reducirán sensiblemente su cuota de amortización, ya que sólo pagarán los intereses correspondientes de dichos préstamos y les permitirá afrontar la situación con más holgura de liquidez.

El aplazamiento se instrumentaría, según los casos y en función del criterio de la entidad, mediante un préstamo personal, una modificación del préstamo hipotecario u otra fórmula financieramente equivalente.

Los consejos de la AEB y CECA aprobarán en los próximos días el acuerdo sectorial en que se plasmará esta iniciativa, y que concretará sus condiciones y aspectos procedimentales.

La iniciativa se suma a las medidas anunciadas por el Gobierno hasta ahora y, según CECA y AEB, pone de manifiesto “el firme compromiso de los bancos para apoyar y contribuir a que las familias que se han visto afectadas por la crisis superen esta difícil situación”.

Desde que comenzó la crisis sanitaria la banca ha tomado diferentes decisiones para ayudar a los clientes a superar la difícil situación creada por las medidas de confinamiento y contribuir a su recuperación posterior con el menor perjuicio.

La mayoría de los bancos han abierto milmillonarias líneas de financiación, han eximido a los clientes del cobro de comisiones en cajeros automáticos ajenos y han adelantado el cobro de las prestaciones por desempleo y pensiones para facilitar que dispongan de fondos cuando llegan la mayoría de facturas a principios de mes.