Según apuntó, "los niños más vulnerables y los que viven en zonas de difícil acceso podrían no volver nunca a la escuela si se retrasan más en sus estudios y no tienen otras maneras de continuar con su formación".

La región del sur de Asia ya se enfrentaba desde antes a un claro problema de acceso educativo, con 95 millones de niños fuera de la escuela. Ahora, con el cierre de centros, muchos niños pueden dejar los estudios para siempre si no se implantan programas que garanticen su educación desde casa, destacó Unicef.

Explicó que las soluciones telemáticas adoptadas en los países occidentales no son viables en Asia Meridional, donde solo una de cada tres personas tiene acceso a Internet e incluso la radio y la televisión no llegan a muchas zonas rurales. Además, los hijos de padres analfabetos o con muy poca formación no pueden recibir ayuda de sus familias para continuar los estudios, agregó.

Por otro lado, Unicef alertó de la mayor incidencia de este abandono escolar sobrebenido entre las niñas y entre los alumnos más vulnerables, como aquellos con discapacidad. Por ello, incidió en que los países de Asia Meridional necesitan desarrollar con urgencia planes de educación continua en el hogar para estar preparados ante posibles cierres más largos.

Esto significa implementar planes para seguir la educación a través de radio, televisión y tecnología móvil, así como la distribución en los hogares de materiales impresos para los estudiantes más vulnerables, concluyó.