Sólo del 23 al 30 de marzo, el equipo de profesionales de la fundación -integrado principalmente por psicólogos- ha atendido 270 peticiones de ayuda procedentes de toda España, detectando 173 casos graves. Según sus datos, el 38,7% de ellos estaban relacionados con la violencia infantil.

De hecho, el 12,7% se trata de violencia física, mientras que el abuso sexual ocupa el 3,5%. El ciberbullying (acoso escolar a través de las redes) supone el 2,9% de los casos registrados por la Fundación ANAR.

“Muchos adolescentes sufren el encierro con auténtica desesperación por no poder escapar de sus graves problemas y gracias al chat están encontrando una solución, pero necesitamos abrir más puestos y por eso hemos hecho una llamada a la acción. No podemos fallarles, necesitamos ayuda”, declaró el director de Programas de la fundación, Benjamín Ballesteros.

Aunque lo que más preocupa a la entidad es la violencia física dentro del seno familiar (12,7%) y los malos tratos psicológicos (6,9%), los problemas psicológicos de los niños y adolescentes durante el confinamiento también son preocupantes, ya que alcanzan el 27,7% de los casos atendidos.

Las ideaciones suicidas suponen el 5,8%, mientras que la ansiedad alcanza el 6,9%. Las autolesiones ocupan el 4% de los casos recibidos por la fundación. Estos casos “destacan por su gravedad y por el aumento proporcional en estos días”, aseguró ANAR.

Y es que, como alertó la fundación, en un momento en que “nos estamos protegiendo del coronavirus y nos encontramos en un entorno seguro”, hay muchos menores que “están sufriendo más violencia y desprotección que nunca”.