Así lo revelan las cuentas trimestrales no financieras de los sectores institucionales correspondientes al cuarto trimestre del año publicadas este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que detallan que la tasa subió en el último trimestre de 2019 al 12,9%, frente al 11,8% del mismo periodo del ejercicio anterior.

El aumento del ahorro durante el pasado ejercicio tuvo lugar gracias a que se produjo un ascenso del 3,9% en la renta disponible de las familias, superior al 2,4% contabilizado en su gasto en consumo final.

Gracias a esta evolución la capacidad de financiación de las familias subió a 14.023 millones de euros en el ejercicio, cuantía que se sitúa por encima de los 391 millones de ahorro conseguidos en el año anterior y los 64 millones del ejercicio 2017.

En el cuarto trimestre estanco el valor añadido bruto generado por las familias se incrementó también un 3,9% respecto al mismo periodo de 2018.

Si se tiene en cuenta el incremento en la remuneración a cobrar por los asalariados (+4,5%) y la evolución del saldo neto de rentas de la propiedad a percibir (intereses, dividendos, etc.) por el sector, se obtiene un incremento del 4% en su saldo de rentas primarias bruto en el último trimestre del ejercicio.

Considerando además el comportamiento conjunto de los flujos de distribución secundaria de la renta (impuestos sobre la renta y el patrimonio, cotizaciones y prestaciones sociales y otras transferencias corrientes), se llega a que en el cuarto trimestre la renta disponible bruta de los hogares se incrementó un 3,2% y alcanzó los 209.896 millones.

Por su parte, el gasto en consumo final de los hogares se estimó en 182.137 millones, con un aumento del 2,1% interanual. Así, el ahorro del sector se cifró en 27.007 millones en el cuarto trimestre del 2019 frente a los 23.765 millones que había sido en el mismo trimestre del año anterior.

Por el lado de la inversión, la cifra alcanzó los 12.444 millones de euros también en el cuarto trimestre, cifra que supone un descenso interanual del 4,7%. Si se eliminan los efectos estacionales y de calendario, dicha inversión se situó en el 5,6% de su renta disponible, una décima superior a la del trimestre anterior.

CAPACIDAD DE FINANCIACIÓN

Las estadísticas revelan además que la economía española se anotó una capacidad de financiación frente al resto del mundo de 29.227 millones de euros, montante equivalente a un 2,3% del PIB del año. Esta cifra es superior además en 176 millones a la contabilizada en el 2018, cuando ascendió a 29.051 millones y representaba un 2,4% del PIB.

Dicho aumento se produjo por un mayor saldo de intercambios exteriores de bienes y servicios, cuya cifra alcanzó los 35.161 millones de euros, frente a 32.623 millones del ejercicio previo. Y la cifra se encuentra compensada además en parte por el saldo de rentas y transferencias corrientes, cuya cuantía presentó un déficit o fue negativa en 10.005 millones frente a los 9.340 también contabilizados el año previo.

Por el contrario, el saldo de transferencias de capital disminuyó hasta los 4.071 millones de euros, por debajo de los 5.768 millones contabilizados un año antes. Por su parte, la renta nacional bruta de la economía nacional ascendió a 1.247.844 millones de euros, cifra un 3,6% superior al del ejercicio previo.

En dicha evolución influyó también los incrementos registrados en el excedente de explotación de las unidades productivas residentes (+3,0%), en la remuneración recibida por los asalariados residentes (+4,7%) y en la cuantía devengada de impuestos sobre la producción y las importaciones, netos de subvenciones (+0,9%).

Por el otro, la variación del saldo de rentas de la propiedad con el resto del mundo registró un descenso interanual el pasado año del 4% y la renta nacional disponible bruta creció, en cambio, un 3,6% en el conjunto del año y se situó en 1.235.326 millones de euros.

SOCIEDADES NO FINANCIERAS

Por su parte, el valor añadido generado por las sociedades no financieras se incrementó un 3,9% respecto a 2018 y el excedente de explotación lo hizo en un 2,5%.

Además, el saldo de rentas primarias aumentó un 1,3% y su renta disponible (y, por tanto, su ahorro) un 2,6%. Este ahorro fue suficiente para financiar la inversión del sector. Cuando se tienen en cuenta además el saldo de transferencias de capital del mismo, se llega a que las sociedades no financieras generaron una capacidad de financiación de 15.687 millones, por debajo de los 26.659 millones contabilizados un año antes.

En el caso de las Administraciones Públicas, su renta disponible aumentó un 2,4%, pero su gasto lo hizo en un 4,2%. Así su tasa de ahorro fue negativa en 9.891 millones de euros y superó los 5.726 millones también negativa o de mayor consumo frente a ingresos del año anterior.

Cuando se contabiliza además las inversiones efectuadas por las administraciones públicas, sale una necesidad de financiación para estos organismos de 33.223 millones de euros, que también superó los 30.495 millones del año previo.