La razón detrás de esta medida es garantizar el servicio a la ciudadanía al tiempo que se divide a la plantilla en grupos que alternarán presencia y teletrabajo cada 15 días, asegurando así, en caso de contagio, la continuidad del servicio.

El sindicato CCOO valoró de manera “positiva” este tipo de medidas que “buscan preservar la salud de las personas (plantilla y clientela), sin recurrir a medidas de naturaleza traumática para el empleo como ajustes de personal vía Eres o Ertes".

Según subrayó CCOO, estas iniciativas aseguran además el carácter de naturaleza crítica de los servicios financieros a través de la red de sucursales que dan servicio a la ciudadanía.

La medida supondrá, sin embargo, el replanteamiento de tener o no abiertas determinadas sucursales. Fuentes de la plantilla indicaron a Servimedia que algunas oficinas pequeñas con equipos pequeños de personal y más difíciles de fijar turnos podrían clausurarse, llegado el caso.

En compensación confían que su actividad se reabsorba por sucursales más grandes tipo las 'Smart', de mayor dimensión y equipos de profesionales, porque la decisión del banco es no dejar desabastecida ninguna plaza por el compromiso de servicio con clientes y ya que el acceso a las sucursales es también un derecho reconocido por la ley española.

Distinta es la situación de algunas sucursales desplazadas. Según las fuentes consultadas, el banco ya procedió el viernes a cerrar aquellas oficinas que tiene en universidades y centros comerciales, después de que el Gobierno acordase suspender su actividad. Igualmente ha clausurado las sucursales ubicadas en hospitales.