Fuentes de la dirección nacional del PP justifican así su “generosidad” con Ciudadanos a la hora de situar a sus dirigentes en dos puestos de salida en la coalición del País Vasco. Explican que esta estrategia obedece al intento de lograr el fin ulterior de coaligarse a nivel nacional con Ciudadanos y poder ser alternativa real a la izquierda y al nacionalismo.

Recuerdan las fuentes consultadas que el líder del PP, Pablo Casado, se fijó como “mandato” tras ganar las primarias la “refundición” del centroderecha y eso pasa por establecer sinergias y puntos de encuentro con Ciudadanos, como ya ha ocurrido en los gobiernos autonómicos de coalición que se forjaron tras las elecciones del 26 de mayo de 2019.

Subrayan que ahora toca trabajar para poder llegar a las urnas con pactos que contengan la dispersión del voto y vuelven a apelar al espíritu de 'España Suma', esa coalición planteada por Casado hasta la extenuación y a la que el entonces líder de Ciudadanos, Albert Rivera, dio un sonoro portazo.

En base a ese “mandato” que se impuso el propio Casado desde su elección como presidente del PP, en Génova rechazan que haya quien haga “reproches” en este sentido. Desde el principio estaba claro cuál era el rumbo que emprendería el 'nuevo PP' para hacer frente al bloque de izquierdas, al nacionalismo y al independentismo, resaltan.

En este sentido, fuentes de la dirección del PP entienden que había que “ceder espacio” a Ciudadanos en el País Vasco, aunque ello hiciera saltar por los aires la relación con Alfonso Alonso, ya expresidente del PP vasco que se negaba a dar tal importancia en la coalición a un partido sin representación en Euskadi.

Aunque en la cúpula del PP aseguran que la relación con Alonso siempre ha sido “buena”, insisten en esa necesidad de “ceder” con Ciudadanos, mucho más allá de lo que les podría corresponder, con el fin de avanzar hacia la alianza en otras comunidades autónomas y, llegado el caso, en el panorama nacional estableciendo una coalición para las próximas elecciones generales.

Las expectativas en el caso del Parlamento Vasco no son alentadoras y las encuestas internas ya apuntaban a un descenso de 9 a 5 escaños antes de encontrar recambio a Alfonso Alonso en Carlos Iturgaiz, admiten desde Génova. Subrayan que diferente es el caso de Galicia, donde había que “preservar” el modelo con el que Alberto Núñez Feijóo ha cosechado tres mayorías absolutas.

En Génova estiman que “no hay alternativa” que no pase por la unión con Ciudadanos y celebran que Inés Arrimadas, que está inmersa en las primarias para hacerse con el liderazgo de Ciudadanos, haya apreciado la utilidad de la coalición para dar la batalla a la izquierda y al nacionalismo.

De esta forma, la dirección popular piensa insistir en la necesidad de armar “un proyecto de convergencia” que mantenga “vivo” el espacio del centroderecha. Las mencionadas fuentes consideran que “los partidos mutan”, aunque les gustaría seguir conservando “la marca PP” como tal.