Así lo reclamó en el marco de una reunión con la directora general de Consumo, Bibiana Medialdea y en la que expuso un conjunto de medidas, consideradas “indispensables” y dirigidas a abordar los problemas derivados de la mala alimentación.

La organización recalcó también la importancia de bajar el IVA de los alimentos saludables y subir el de los insanos y aplicar impuestos “especiales” sobre grupos de alimentos “insanos” entre los que citó bebidas azucaradas, bollería industrial y carnes procesadas.

Asimismo, exigió propuestas “concretas” de regulación de la publicidad infantil de alimentos insanos así como de la venta en farmacias de productos procesados destinados a bebés de hasta 3 años, con un etiquetado claro con el tipo de ingredientes del alimento, campañas de promoción de la alimentación no procesada.

Además, reclamó una regulación “estricta y transparente” del “conflicto de interés" entre la industria alimentaria y las entidades científicas vinculadas a la salud y la nutrición y emplazó a Consumo a valorar la propuesta NutriScore y explorar otros tipos de etiquetado como el sello chileno.

Además, llamó a Consumo a acabar con eslóganes como “fresco, saludable, hecho en casa, auténtico, real, artesano o directo del campo” y a establecer una normativa “estricta” sobre publicidad alimentaria para que sea “transparente, clara y real”.

Elaboración de perfiles nutricionales para catalogar alimentos, compra pública alimentaria como “motor para revitalizar” los sistemas alimentarios locales y “acabar” con un tipo de alimentación “altamente procesada, de larga distancia y servida por grandes empresas de catering” son otras de las medidas solicitadas a Consumo.

Junto a ello, demandó la prohibición del uso de nitritos por parte de la industria cárnica; prohibición del uso colectivo de antibióticos en la producción animal con finalidades profilácticas, excepto en los casos autorizados y debidamente justificados, eliminación de las carnes procesadas y reducción de las carnes rojas en los menús escolares.

Justicia Alimentaria recordó la importancia de atender a las advertencias de la Organización Mundial de la Salud sobre la necesidad de regular la industria alimentaria, ya que, dijo, “de nada sirven las campañas educativas que recomiendan una dieta saludable ni los acuerdos voluntarios de la industria, cuyo objetivo es aparentar que se están tomando medidas sin cambios reales”.

Según el director de la organización, Javier Guzmán, se trata de un problema “estructural” y, por este motivo, defendió la idoneidad de llevar a cabo políticas públicas para reducir el consumo de alimentos procesados, “que antepongan la salud de la población a los intereses de la gran industria alimentaria”.

Guzmán también pidió a Medialdea "acabar con el retraso" que, a su entender, lleva España respecto a otros países de la Unión Europea "en este tipo de acciones".