Rajoy clausuró la Convención Nacional que el PP ha celebrado este fin de semana en Sevilla para preparar su programa electoral para las elecciones autonómicas y municipales del próximo mes de mayo.

En su intervención, subrayó que el PP cree “en nuestra nación” y para sus dirigentes “España no está en juego, no es discutible y no se negocia”.

De la misma forma, la Constitución es “la única garantía de los derechos y las libertades de todos los españoles”, referente del progreso de las tres últimas décadas, y por eso el PP se compromete “a defenderla, a proteger su vigencia y a asegurar su cumplimiento”.

De ella emana un estado autonómico que es “patrimonio de todos” y en el que las comunidades deben ser “austeras, fuertes y eficaces, y comprometidas con el interés general”.

“Queremos unas autonomías que sigan contribuyendo a la modernidad del país, capaces de cooperar para afrontar la crisis y hacer efectiva la igualdad y la solidaridad entre todos los españoles, unas autonomías para dar un mayor impulso a la nación, a España”, remachó.

En esa reflexión sobre la necesidad de reforzar las instituciones comunes, Rajoy mencionó la urgencia de que la justicia funcione “con independencia y rapidez”, y englobó el Parlamento, el Tribunal Constitucional, el modelo judicial y las administraciones públicas entre las que necesitan “reformas profundas” que se comprometió a acometer de acuerdo con los demás partidos.

Sólo un país con instituciones fuertes, garantes de libertad y seguridad, que hacen efectivos los derechos de todos sobre la base de la convivencia, la justicia y el bienestar, concluyó, “es un país en el que se puede confiar”.