Así lo defendió este martes el ministro de Universidades, Manuel Castells, en respuesta a la pregunta formulada en el Pleno del Senado por la senadora del Grupo Vasco Nerea Ahedo, de EAJ-PNV, sobre los pasos que ha dado o prevé dar el Gobierno en este sentido.

Tras reconocer que la política de formación dual en el País Vasco es “pionera” y que su “éxito” lleva a su departamento a “intentar extrapolarla” al conjunto del país, Castells subrayó que ya se ha elaborado un “borrador” de la norma para “ordenar” la formación dual tanto para grado como para máster, que contarán con un sello de formación dual para las prácticas externas con dos "condiciones".

La primera es que estas prácticas externas estén contempladas como obligatorias en el programa de estudios de la universidad en cuestión y que representen, al menos, un 20% de créditos cursados. La segunda condición es que se realicen mediante un contrato laboral establecido entre los centros universitarios y las empresas o administraciones de forma que se “pueda amparar en un marco jurídico de convenio” entre la universidad y los centros en los que trabajen los estudiantes.

En su dúplica, el titular de Universidades admitió que este proyecto requiere de una colaboración “jurídica y estatutaria” con el Ministerio de Trabajo y con el de Educación en la que su departamento está “trabajando” para “blindarla tanto en los contenidos como en la cobertura jurídica de estos contratos”, según señaló.

El objetivo es que los estudiantes “se sientan protegidos”, dijo, para, a continuación advertir de que la “prioridad absoluta” de su ministerio son los estudiantes y, por tanto, trabajará “para que estén protegidos, apoyados y puedan tener una excelente formación dual”.

Por su parte, la senadora de EAJ-PNV recordó que en diciembre de 2018 la Comisión de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social ya aprobó por “amplia mayoría” una moción en la que se instaba al Gobierno a estudiar y llevar a cabo las modificaciones legislativas o reglamentarias oportunas para que los contratos de formación y aprendizaje fueran extensivos a las titulaciones universitarias con sello dual.

Ahedo defendió que esta medida vendrá a “dar una solución y seguridad a un buen número de estudiantes, universidades y empresas que están esperando”.

En su turno de réplica, la senadora insistió en que, a día de hoy, estos universitarios no cuentan con esa figura contractual, circunstancia que les sitúa en “una especie de limbo” que, a su juicio, “genera inseguridad en alumnos, universidad y empresa” por lo que emplazó al ministerio a resolver la situación “con la máxima celeridad posible”.