Así lo trasladó la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, cuando se refirió a las dos normas que inician su trámite parlamentario y que se enmarcan en las iniciativas del Ejecutivo para combatir la desigualdad “en todos los ámbitos”. Este es un Gobierno “feminista”, remarcó Montero, que trabaja por la igualdad de hombres y mujeres.

“Todos los días todos somos testigos”, dijo Montero, de cómo formaciones políticas niegan la existencia de la violencia de género y ponen en cuestión la labor de los colectivos que combaten esa lacra; y además quieren “imponer un veto a la educación integral”.

“Para este Gobierno no caben medias tintas, ni la ambigüedad calculada mientras se está gobernando con una formación que niega la violencia machista”, denunció Montero.

Por eso, reivindicó, el Ejecutivo lanza estos días dos mensajes coincidiendo con el 8 de marzo: “Nos queremos libres, vivas y sin techo de cristal” y una defensa de una educación pública integral para que el “ascensor social vuelva a funcionar y ser eficaz”.