Así lo pone de manifiesto el servicio de estudios en su Observatorio Económico dedicado a la convergencia regional.

El estudio destaca que, en la fase de recuperación económica, entre 2013 y 2018, se ha ralentizado el ritmo de convergencia en el PIB per cápita entre las comunidades autónomas.

Según BBVA, el resultado se debe en gran parte a que “la productividad está favoreciendo la divergencia regional, mientras en la expansión anterior habría contribuido a la convergencia”. Esto estaría relacionado con un menor crecimiento de la inversión en las comunidades autónomas de menor renta, ligado al menor dinamismo del sector inmobiliario y a las dificultades para atraer inversión.

Dicha ralentización en la convergencia detectada por BBVA se produce a pesar de que las regiones de menor renta están creando empleo a tasas elevadas. “Si la creación de empleo estuviese asociada a una mejora de la productividad y tuviese mayor resistencia en periodos de crisis, las disparidades entre regiones se reducirían más rápidamente”, se destaca en el documento.

Entre las comunidades de renta menor a la media destacan Galicia, Castilla y León y Asturias por mostrar una dinámica poblacional negativa de manera estructural. En estos casos, BBVA indica que son regiones que se enfrentan al reto de contrarrestar el envejecimiento poblacional y el escaso dinamismo del empleo.

Entre las medidas para solventarlo, BBVA propone una mejora de la regulación laboral, medidas para reducir el elevado impacto que suelen tener las crisis en el empleo, un aumento de la productividad del trabajo y medidas para atraer la inversión en las comunidades de menor renta. En el caso de las regiones donde además se está reduciendo la población en edad de trabajo podrían ser necesarias medidas específicas adicionales.