Según explicó, la subida de la gasolina (en máximos históricos) y del gasóleo (que se ha encarecido un 14% desde agosto) ha hecho que "la gente salga menos" por ocio y que la actividad de los transportistas se reduzca de modo considerable. "Estos precios están estrangulando la economía; la situación es asfixiante", dijo.

La reducción de ventas de este mes de enero (mes tradicionalmente "malo", por la llamada cuesta de enero, tras la Navidad) está siendo importante en comparación con este mismo mes de otros años y son cada vez más las estaciones de servicio que se plantean prescindir de algunos de sus empleados, fijos en la mayoría de los casos, expuso Nacher. "Esto, cuando no se han visto obligadas a cerrar", añadió.