Macroeconomía
El Banco de España destaca la mayor interdependencia de la inflación en los países de la zona euro
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El Banco de España destaca el mayor grado de interdependencia existente entre las tasas de inflación de los países de economías avanzadas y, en particular, entre los miembros de la zona euro, subrayando la influencia de contar con una política monetaria común, así como vínculos económicos, financieros y comerciales más estrechos.
Así se refleja en un artículo analítico elaborado por Luis Álvarez, Ana Gómez Loscos y María Dolores Gadea, titulado 'La relación entre las tasas de inflación en las economías avanzadas', en el que los autores aseguran que “durante las últimas décadas se ha producido un aumento en el grado de conexión o interdependencia entre las economías del mundo, asociado a la creciente integración económica y financiera”.
En este sentido, el texto indica que “este proceso de globalización está incidiendo sobre la evolución de las variables macroeconómicas reales, pero también sobre variables nominales, como la inflación”.
En concreto, el artículo destaca que “la inflación en una economía depende positivamente de la actividad, de las expectativas de inflación y de los precios exteriores” y añade que “estos factores determinantes no evolucionan de forma independiente entre países, sino que tienden a mostrar un elevado grado de comovimiento”.
Por ello, los autores afirman que “los ciclos económicos de las economías avanzadas muestran un elevado grado de sincronía” y que “cuando una economía está en expansión o recesión es habitual que otras se expandan o contraigan de forma simultánea”, ya que “esta expansión o recesión nacional presiona al alza o a la baja sobre los precios, de modo que la sincronización de los ciclos económicos determina que las trayectorias de las tasas de inflación de los diferentes países se asemejen”.
Por ello, considera que “la correlación promedio tiende a ser mayor para el conjunto de los países de la zona del euro que para el de las economías avanzadas, en consonancia con el elevado grado de integración económica y financiera entre estos países y el hecho de que su política monetaria sea común” y subraya que “la interrelación es especialmente elevada para los países fundadores del euro con respecto al resto de los países de la muestra”.
En este contexto, también apuntan que “los precios de las materias primas se determinan en gran medida en mercados globales y son una fuente de perturbación que incide de forma simultánea sobre los precios de consumo de las diferentes economías”, y resaltan que esto “es particularmente relevante en el caso de los precios del petróleo, dada su rápida transmisión a los precios de consumo de los combustibles y de la energía”.
Asimismo, el análisis indica que “el mayor grado de apertura al exterior de las economías y el consiguiente aumento de la competencia, como resultado de la globalización, hacen que las economías sean más sensibles a las perturbaciones exteriores”, y recuerda que “la creciente importancia de las cadenas globales de valor refuerza el grado de interconexión de la inflación”.
Sin embargo, los autores diferencian un mayor grado de “comovimiento” en términos de inflación general que en términos de “núcleo inflacionista”, el que excluye la energía y los alimentos.
Así, por productos, el artículo indica que la sincronización de la inflación “es particularmente baja para los bienes industriales no energéticos”, mientras que “el mayor grado de comovimiento corresponde a los precios de la energía”, debido a “la relevancia de perturbaciones comunes derivadas de las fluctuaciones del precio del petróleo en los mercados internacionales”. Por último, señala que “los precios de los alimentos también están bastante sincronizados, probablemente debido a la globalización de los mercados de productos alimenticios y a la existencia creciente de empresas multinacionales”.
Por otro lado, también asegura que “la interdependencia de la inflación ha aumentado de forma muy considerable después de la crisis financiera mundial” y que el factor que explicaría este aumento sería “el incremento del grado de apertura de las diferentes economías, con la consiguiente mayor incidencia de las perturbaciones comunes de los distintos países”.
Por último, indica una menor correlación de la inflación entre países en el corto plazo, mientras que, por el contrario, “los movimientos de la inflación a medio plazo muestran un grado de asociación particularmente elevado” y “los movimientos de más largo plazo de la inflación también muestran un grado de asociación elevado, de forma que se puede afirmar que la interdependencia de la inflación es un fenómeno de medio y largo plazo”.
(SERVIMEDIA)
11 Feb 2020
IPS/mjg