La iniciativa está respaldada por entidades como Europa Laica, CCOO, Ceapa, Redes Cristianas, la Felgtb, Izquierda Unida y el Partido Comunista y surge con la "esperanza" de que el nuevo gobierno de coalición PSOE-Podemos cumpla con esta reivindicación de "décadas" para impedir que los padres inicien a sus hijos a unas determinadas creencias al matricularles en la asignatura de Religión o llevarles a centros concertados dependientes de la Iglesia católica. Este planteamiento no sólo sería para la confesión católica, sino que abarcaría otras como al islam, el judaísmo o a los protestantes.

La campaña también exige acabar con la financiación de "la escuela dogmática" que las citadas entidades entienden que se da en los centros concertados dependientes de organizaciones religiosas, donde estudia el 30% del alumnado, y todo aquel "privilegio" que atribuyen a la Iglesia católica, en otras cuestiones como el IBI o las inmatriculaciones de bienes.

Además, el portavoz de las entidades de la campaña, Francisco Delgado (miembro también de Europa Laica), indicó a la prensa que la futura reforma educativa de la ministra Isabel Celaá debería "quitarle la carga confesional al sistema" en esas dos líneas (acuerdos y financiación) y en otras, como eliminando los crucifijos e imágenes de las instalaciones educativas y prohibiendo ritos religiosos en los centros.

'RELIGIÓN O PARCHÍS'

En su opinión, la denominada 'ley Celaá' "propone la vieja historia de la Logse de 'religión o parchís'", porque no contempla una asignatura "espejo" alternativa. "No avanzamos nada", lamentó.

Por el sindicato STES-i, tomó la palabra Mari Luz González, que denunció que "cuando se va a un centro concertado no te quede otra que coger la asignatura de religión sí o sí" y que la Comunidad de Madrid ha aumentado los presupuestos para este tipo de centros.

José María Ruiz, de CCOO, atisba que en esta nueva legislatura hay "una oportunidad de avanzar en la laicidad, especialmente en la red educativa pública", aunque habrá que librar "una batalla ideológica" cuando la nueva ley educativa se tramite en el Parlamento, porque, según dijo, la derecha está "retorciendo" el concepto de libertad para defender la educación religiosa.

En la presentación de la campaña también intervino Ángel Villagrá, de Redes Cristianas, que se abanderó como representante del sector "crítico" de la Iglesia. "El cristianismo impuesto no tiene futuro", indicó, por lo que "la religión no puede ser algo enseñado ni exigido para pasar de curso, ni en centros públicos ni en colegios privados".

Javier Escudero, de Extremadura Laica, advirtió de que mantendrán esta campaña de forma "perenne" mientras que sigan los acuerdos del Estado con las confesiones y que la futura ley educativa impondrá larReligión como extraescolar. "No cabe otra", concluyó.