El estudio apunta que las actividades relacionadas con el modelo productivo y su digitalización no han cambiado de manera significativa, puesto que la Hostelería y el Comercio siguen siendo los sectores que más empleo generan y que más población ocupan, con 25 de cada 100 empleos, pero la mayor parte de esos trabajos emplean mano de obra intensiva y cuentan con cualificaciones medias o bajas.

La secretaria confederal de Empleo y Cualificación Profesional de CCOO, Lola Santillana, señaló que “el grueso de la ocupación española, un 72%, se basa en profesionales con moderada o baja incorporación de la tecnología que requerirán destrezas digitales de nivel medio y bajo”. “El 92% de la contratación de 2019 fue temporal y solo un 8% de los contratos fueron de carácter indefinido o se convirtieron en indefinidos”, añadió.

Se observa asimismo en el estudio que la digitalización afecta a todos los sectores y que el mercado laboral precisará de nuevas destrezas digitales básicas y avanzadas, conocimientos acerca de materias tales como ciberseguridad, robótica, banda ancha, Internet de las cosas, etc.

Por ello, la formación permanente “refuerza su papel nuclear en el mercado laboral”, señaló Santillana, que, eso sí, advirtió de que “la formación en nuevas tecnologías no aparece entre las prioridades de las compañías españolas, ya que solo el 2,53% de las y los trabajadores reciben formación relacionada con las nuevas tecnologías”.

En este sentido, señalaron desde el sindicato, “el aprovechamiento de la red pública de centros de formación y la colaboración público-privada es una obligación para desarrollar las políticas adecuadas de contribución a la trasformación digital de las personas trabajadoras y de las propias empresas”.

Para CCOO, “resulta ineludible evitar que los cambios digitales que están afectando al mundo del trabajo aumenten la precariedad laboral y la desigualdad social y consoliden la tremenda pérdida de derechos laborales que ya han sufrido las trabajadoras y trabajadores durante los años de crisis”.