“No hay ninguna posibilidad de que yo tenga nada que ver con estos asuntos. Del resto de personas no puedo, no debo hablar”, indicó durante la presentación de resultados del banco al ser cuestionado si teme que la investigación acabe forzando cambios en la gerencia o consejo de administración.

Torres se autoexcluyó explicando que no ha tenido “ninguna conexión sobre los hechos”. Ante la hipótesis de que alguno de los consejeros acabase imputado, refirió que “habría que ver las circunstancias”, ya que tal situación en sí mismo no exige de forma automática su salida o dimisión.

El banquero eludió realizar valoración sobre personas específicas al ser cuestionado sobre la imputación del expresidente al que tomó el relevo, Francisco González, y cuya inocencia defendió en el pasado, acogiéndose al secreto que exige un proceso judicial y que no existía antes de que fuera declarado investigado por el juez.

“Me vais a permitir sobre esta cuestión y sobre todas las que tienen que ver con personas no hacer comentarios. No podemos hablar sobre personas habiendo, como hay, un proceso judicial en marcha”, manifestó.

Según recordó, la entidad ha enviado al juzgado los resultados de sus investigaciones y “todos los documentos” y su representante legal prestó declaración durante “bastantes horas”, trasladando “todo lo que el banco conoce sobre este asunto”.

Torres indicó que en esas declaraciones se transmitió que “el BBVA no tiene ninguna responsabilidad en este asunto”, pese a que el propio banco ha resultado imputado también. “¿Si estamos tranquilos? Conocemos lo que conocemos y con lo que conocemos ese es nuestro punto de vista: que el banco no tiene ninguna responsabilidad”, zanjó.

NO HA AFECTADO A LA REPUTACIÓN

Para el banquero “cuanto antes” se acabe, se esclarezcan los hechos y responsabilidades “mejor”, si bien garantizó que las investigaciones en sí no han afectado al banco ni a su reputación.

“Ha sido un año espectacular”, reivindicó, apelando al “récord” logrado en resultados, solvencia e ingresos, al crecimiento del negocio y la revalorización de la acción como el mejor baluarte de que no le ha perjudicado. “A la vista de los resultados está la fortaleza de nuestro negocio en España”, presumió, y sostuvo que el banco sigue atrayendo “al mismo número de clientes y no hay impacto, sobre todo, en un mercado tan saturado como es el español”.

Según Torres, una prueba de que no perjudica es que de las 30 preguntas formuladas por los analistas durante la presentación de resultados ninguna versó sobre esta materia, aunque sí ha sido la que monopolizó los interrogantes de los periodistas en la reunión informativa.

Al ser cuestionado sobre la advertencia de Standard & Poor’s de que podría acabar pasando factura a su nota de solvencia, Torres sacó pecho y subrayó que el rating otorgado a BBVA por las tres mayores agencias, incluída S&P, es 'A', “el mejor que tenido desde 2012”. También argumentó que la acogida de los inversores a las emisiones de deuda realizadas por BBVA con el arranque del año “no ha podido ser mejor”. “La situación es de tranquilidad total y confianza total en BBVA”, manifestó.

El 'caso Villarejo' ha empujado a la CNMV a dictar nuevas guías a las empresas y exigirles que investiguen e informen sobre situaciones cuando tengan noticia, sin esperar a la apertura de una investigación judicial para actuar o separar a los directivos involucrados.

Torres respondió al respecto que BBVA cuenta con los “máximos estándares” en materia de gobierno corporativo y un sistema interno de control de riesgo “robusto”, aunque se encuentran sujetos a una revisión constante para su mejora.

El banquero sí admitió, sin embargo, que “fue un poco sorprendente” que el Banco Central Europeo (BCE) reclamase a la Audiencia Nacional las conclusiones y documentos evacuados por BBVA.

Según explicó, el banco le indicó en julio que no podía darles traslado “porque el procedimiento estaba declarado secreto”, lo que movió al BCE a pedirlo directamente en septiembre. A pesar de esta situación, aseguró que la relación con el supervisor continúa siendo “intensa” y “fluida”, “sin que haya ninguna incidencia”.