Fuentes gubernamentales admitieron que la “crisis diplomática” que el Ejecutivo aduce que Ábalos gestionó y logró evitar la semana pasada radica en convencer a Rodríguez de que desistiera en su intento de entrar oficialmente en España para pasar la noche en Madrid, ya que al detenerse su avión la tripulación estaba obligada por la legislación internacional a descansar varias horas y ella pretendía hacer lo mismo.

El Gobierno sostiene que tuvo conocimiento casi en el último momento de que Delcy Rodríguez iba a llegar a Madrid y ya no había margen para evitar que aterrizara, por lo que el ministro se limitó a evitar que pasara el control de fronteras en cumplimiento de las sanciones impuestas por la UE a Venezuela. Precisan que el presidente Sánchez se enteró en el momento que Exteriores tuvo conocimiento.

También asegura que Ábalos, sin ser el ministro de Exteriores de España, intervino en este asunto para evitar una crisis diplomática porque ya tenía previsto desplazarse al aeropuerto de Barajas, donde contaba con ver “por una cuestión personal” a su amigo el ministro de Turismo de Venezuela, que resultó llegar en el avión junto a la vicepresidenta caribeña.

Las mismas fuentes descartan que la insistencia de Rodríguez en entrar formalmente a España tuviera relación con la presencia de Unidas Podemos en el nuevo gabinete de Pedro Sánchez e incluso que fuera a verse con alguno de sus dirigentes, ya que el propio líder de la formación morada y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha negado ante el resto de ministros tener “relación” con la vicepresidenta venezolana.

Por todo ello, el Ejecutivo sostiene que “no hay caso” y que Ábalos evitó un problema mayor porque si Rodríguez se hubiera empeñado en pasar la frontera tendría que haber sido rechazada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que deberían haber iniciado los trámites correspondientes de deportación.

Como Ábalos convenció a Rodríguez para que desistiera en su empeño y no pasara de la “zona de seguridad”, el Gobierno da por buena la actuación del ministro de Transportes, quien según han indicado a Servimedia otras fuentes está recibiendo una “amplia solidaridad” de dirigentes socialistas por comerse un “marrón” que corresponde a otros departamentos.

En el entorno del presidente Sánchez desmienten que la vicepresidenta de Nicolás Maduro estuviera “en tránsito” en España, circunstancia que también prohíben las sanciones impuestas por la UE, y lo reducen a una “escala” obligada por el descanso de los pilotos del avión. Por ello, insisten en que no pisó territorio español y que permaneció en todo momento en el considerado suelo internacional.

En el PSOE aseguran que Ábalos ha salido incluso reforzado en esta controversia puesto que evitó una crisis mayor con Venezuela y aducen que así lo plasmó el propio Pedro Sánchez en la Ejecutiva que el partido celebró ayer, donde le encargó liderar un “impulso” a la formación socialistas.

Las versiones contradictorias de Ábalos sobre el incidente con la vicepresidenta de Venezuela se consideran “compatibles” al entender que los hechos de lo ocurrido han sido “ampliados” poco a poco por el propio ministro de Transportes en las entrevistas y comparecencias de la última semana, ya que se trata de un asunto diplomático que merecía discreción.