Este intercambio comenzó en Buenos Aires, tras un curso sobre fugitivos realizado en Buenos Aires, dando lugar a la inmediata detención de cinco personas. Una de ellas obligaba a una menor a mantener relaciones sexuales con él y con otros clientes.

Agentes de la Policía Nacional, después de las primeras detenciones, enviaron, a través de la Agregaduría de Interior de España en Perú, un listado con los fugitivos peruanos que buscaba la justicia española o que se sospechara que pudieran encontrarse en el país reclamados por delitos graves.

A partir de este listado, se solicitaron Órdenes Internacionales de Detención y se iniciaron desde España las investigaciones pertinentes. Después de esta fase se detuvo a ocho personas en distintas localidades de Perú. Entre los detenidos, uno llevaba 10 kilos de cocaína en fajas ortopédicas.

Las órdenes internacionales de detención se emitieron por delitos diferentes, desde un individuo que obligaba a una menor a mantener relaciones sexuales con él y con otros clientes hasta otro que hacía fotografías con su teléfono móviles a menores aprovechando que se subía en una plataforma elevada de un parque infantil para inmortalizar la zona genital.