Así se pronunció Espinosa de los Monteros, en declaraciones a los periodistas en la Cámara Baja, en las que lamentó que “una vez más todos los partidos” hayan conciliado sus intereses para “echar a Vox de la Mesa de la Diputación Permanente”, a pesar de que en el pasado formaciones con menos representación sí estuvieron en ella.

Esto le sirvió para dibujar una suerte de contubernio “progre” del que formaría parte hasta el PP para rebajar la presencia e influencia de Vox en los órganos de gobierno del Congreso de los Diputados.

A pesar de ello, se felicitó de que su partido, al que presentó como “la voz” de cuatro millones de españoles, haya conseguido hacer valer su propuesta de reducir el número de miembros de las comisiones de la Cámara, frente a la resistencia de otros grupos parlamentarios.